Estilos de aprendizaje

Por Pilar, el 09/11/2016

Estilos de aprendizaje

¿Has pensado por qué unos leen el prospecto antes de montar el mueble, y otros lo hacen cuando ven que en vez de un armario le ha salido un sillón?. El psicólogo social David Kolb llegó a la conclusión de que las personas tenemos diferentes maneras de aprender que se basan en la manera en que vemos la realidad y cómo la procesamos. El aprendizaje sería entonces el resultado de este proceso. 

Según su modelo hay dos tipos de percepción opuestos, unos son los de las personas que perciben a través de la experiencia concreta, experiencia, y los de los que perciben a través de la conceptualización abstracta, teoría. También encontró dos maneras opuestas de procesamiento. Uno sería las personas que lo hacen a través de la experimentación activa, acción, y los que lo hacen mediante la observación reflexiva, pensamiento. La combinación de las dos formas de percibir y de procesar le llevó a formular un modelo que explicaría los cuatro estilos de aprendizaje

  • involucrarse enteramente y sin prejuicios a las situaciones que se le presenten,
  • generar conceptos e integrar sus observaciones en teorías lógicamente sólidas,
  • lograr reflexionar acerca de esas experiencias y percibirlas desde varias aproximaciones,
  • ser capaz de utilizar eses teorías para tomar decisiones y solucionar problemas.

Acomodadores

Se desempeña mejor en la experiencia concreta y la experimentación activa. Les gusta hacer cosas e involucrarse en experiencias nuevas. Suelen ser más arriesgados que las personas de los otros tres estilos de aprendizaje. Se les llama así porque se encuentran cómodos en situaciones que requieren adaptarse a cirunstancias concretas e inmediatas, ya que son muy pragmáticos y descartan cualquier teoría que no se ajuste a los hechos concretos. Se sienten bien entre la gente y puede llegar a ser avasalladores. Suelen ser políticos, docentes, o dedicarse a los negocios.

Asimiladores 

Su estilo es opuesto a los acomodadores. Son los mejores creando modelos teóricos y definiendo claramente los problemas, ya que en ellos predomina la conceptualización abstracta y la observación reflexiva. Les interesan más las ideas abstractas, y dentro de éstas lo teórico a la aplicación práctica, que las personas. Destacan en el campo de las matemáticas o de las ciencias. En una empresa pueden estar en posiciones de investigación o de planificación estratégica. 

Divergentes 

Se desempeña mejor en cosas concretas y la observación reflexiva. Su punto más fuerte es la capacidad imaginativa. Disfrutan analizando problemas en conjunto, considerando situaciones concretas desde muchas perspectivas, y trabajando con personas. Se califica así este estilo porque funcionan bien en situaciones que exigen producción de ideas. Aquí se encuentran artistas, músicos y creativos de empresas.

Convergentes 

Son los opuestos a los divergentes. Su punto fuerte es la aplicación práctica de las ideas para testar teorías o resolver problemas. Se pierden con muchas alternativas, se desempeñan mejor en pruebas con una sola respuesta para pregunta o problema, donde son excepcionales. Utilizan el razonamiento hipotético deductivo. Se orientan más a las cosas que a las personas. Muchos ingenieros se enmarcan en este estilo de aprendizaje. 

No es habitual que alguien tenga una tipología pura y en principio todo el mundo tiene de los cuatro tipos, aunque se sienta más cómodo en uno de ellos. Lo mejor es estar con personas que nos complementen en lo personal y profesional y que estarán justo en el tipo opuesto al nuestro, ya que nos enseñarán una manera diferente de percibir y procesar la realidad, que nos puede ayudar en muchos ámbitos de la vida.

 

Foto: Paul Inkles