¿Crisis? Se pueden superar los problemas

Por JoseV, el 03/12/2012

¿Crisis? Se pueden superar los problemas

Vivir en medio de una crisis por tanto tiempo tiene sus ventajas y es que nos hace más resistentes. Es cierto que a veces parece imposible que se puedan enfrentar más problemas. El mundo se pone patas arriba: te quedas sin trabajo, pierdes tu casa, no puedes con las deudas, tu relación de pareja se va al garete, hace aguas tu familia y todo parece desmoronarse adonde quiera que miras. No puedes luchar contra ciertas fuerzas, es imposible. Pero lo cierto es que hasta el más dramático de los escenarios dejará de serlo en algún momento. El que ha pasado por situaciones críticas antes lo sabe. Cuando empiece a dejar de ser tan negro depende, en gran medida, únicamente de ti. La ventaja de la oscuridad total es que es más fácil ver cualquier resquicio de luz y en cuanto te aferras a ellos, todo empieza a cambiar rápidamente.

Todos tenemos días que nos superan, la sensación de no poder asimilar más problemas, de no afrontar las dificultades puede ser realmente angustiosa, llegando a paralizarnos, y uno de los factores principales para verlo negro o blanco, es nuestra actitud. Y la actitud puede cambiar, si lo vemos desde otro ángulo, si damos aunque solo sea un pequeño giro a nuestra perspectiva. Cuando las cosas se ven cada vez más feas, siguen poniéndose peor. Hay que parar. Tienes que parar, aparcando por un momento los problemas, para dejar espacio en tu cerebro para afrontarlo. Darte un respiro para que aparezcan los recursos que nos ayudan a descubrir las soluciones.

¿Estás en ese día? ¿Los problemas se amontonan y no ves salida? Sigue estos pasos:

  • Deja de pensar inmediatamente en todo ello. Para solucionar algo tienes que resetear tu mente. La mente necesita un respiro para encontrar soluciones. Incluso en medio del caos más absoluto es posible encontrarlas.
  • Si practicas la meditación, medita. Si no intenta algo parecido: ponte cómodo, respira profundamente y concentra tu atención en un detalle, lo que sea: una mancha en la pared, un dibujo en el suelo, el tacto de tu pantalón, de la silla donde te sientas. Se trata de no pensar en absolutamente nada más. Si llega cualquier pensamiento, bueno o malo, obsérvalo, míralo como si no fuera tuyo, toma constancia de que existe, pero déjalo de lado y vuelve a concentrarte. Sigue este proceso durante al menos 10 o 15 minutos. Si aún te sientes intranquilo, repítelo.
  • Cuando consigas serenar tu mente, haz una lista de las cosas a las que estás dando vueltas. Ponerlo por escrito ayuda a tomar distancia del problema, ponerte en un plano observador es una muy buena fórmula para analizar lo que ocurre desde otros ángulos. ¿Verdad que los problemas de los demás parecen más asumibles? ¿Qué es más fácil encontrar solución a lo que ocurre a tu vecino? Analiza la lista y ordénala, como te resulte más cómodo: de los temas más importantes a menos, de más fáciles de solucionar a menos o vicerversa. Hazlo de cualquier forma que te permita enfrentar lo que ocurre con tus medios.
  • Si miras esa lista con atención ¿seguro que todo es tan importante? Tal vez haya temas que no sean tan urgentes o que incluso puedes ignorar. No te escondas, pero tampo te eches a la espalda temas que no tienes que resolver tu. Tal vez puedas encajarlos en más de una lista.

Solo hay que encontrar el método para detener el torbellino mental y recapacitar para que la mayoría de los problemas dejen de parecerlo. Aún así te encontrarás temas en los que poco podrás hacer: pierdes tu piso, ha muerto un ser querido. Saldrás adelante, es una cuestión de tiempo, pero tu actitud es importante y la forma de empezar a superarlo lo antes posible es centrarte en otros asuntos que si puedes resolver.

De todas formas habrá otros que requieren atención, que no puedes ignorar y para los que tu no tienes solución, pero entiendas que otros si podrían tener una receta. Es posible que conozcas otras personas que hayan pasado por esa situación, pídeles consejos; acude a gabinetes o centros especializados. Y si no cuentas con nadie pregunta aquí. En Happymente estaremos encantados de escuchar y probablemente alguien pueda darte una idea.

La crisis es un buen momento para tomar decisiones, para realizar cambios en tu vida que mejoren las posibilidades en cualquier ámbito: pareja, trabajo, estudios... Pero no olvides que el cambio empieza por ti mismo. Invierte tiempo y energía en construir un mejor yo, porque eres el único que puede ayudarte a crear un mejor futuro.

Nos interesa mucho las experiencias de los que nos leen. Una de las principales razones por la que creamos Happymente fue compartir con otros aquellas fórmulas que sabemos han funcionado. Pero cada uno somos diferentes y existen innumerables recetas para solucionar un mismo problema. Y esa es la maravilla de Internet, que todos podemos aportar algo. Por favor no dejes de compartir tu experiencia, seguro que será útil para otros.

 

Imagen de Josef Grunig