Construir una sociedad feliz y un futuro mejor

Por JoseV, el 04/05/2015

Construir una sociedad feliz y un futuro mejor

Decía Byung-Chul Han, un filósofo coreano, "...empresas como Facebook o Google, trabajan como servicios secretos que vigilan nuestros intereses para extraer beneficio de nuestros comportamientos en internet y en redes sociales. Se ha dejado atrás la época biopolítica, hoy nos dirigimos a la época de la psicopolítica digital, donde el poder interviene en los procesos psicológicos inconscientes. El Psicopoder es más eficiente que el Biopoder, por cuanto vigila, controla y mueve a los hombres no desde fuera, sino desde dentroAnte el vertiginoso crecimiento del medio electrónico, Marshall Mcluhan, teórico de los medios advertía en 1964, “la tecnología eléctrica  ya está dentro de nuestros muros y estamos embotados, sordos, ciegos y mudos ante su encuentro con la Tecnología de Gutenberg”  Algo semejante sucede hoy con el medio digital". Alicia me ha hablado varias veces de esta obra y no puedo estar más de acuerdo con lo que dice el señor Han.

Pero las grandes corporaciones tecnológicas no tienen ningún parecido con las que existieron hace unas décadas, creo, que se veían como monstruos que querían dominar y controlar el mundo. Aquellas eran simples hermanitas de la caridad comparadas con estas. Pero no creo que el propósito de Facebook o Google sea dominar el mundo, por dominar los individuos, ellos, al menos en esta fase de la dominación, tienen que guardar las formas, incluso de una forma íntima, en sus pensamientos creo que el Sr. Zuckergerb solo quiere tener miles de millones de usuarios, desbancar a sus rivales, fagocitarlos... Hasta el punto de que si Google desbancó a Microsoft como la empresa malvada hace años, ahora es Facebook quien está adquiriendo este papel. Creo que ahora no hay más, pero ¿y después?

Lo que ocurra después me da igual, son fuerzas tan poderosas que con que se contrapongan, con que tengan un rival suficientemente fuerte ya tendrán quien les controle. Por otra parte tanto poder también se sustenta en una base de una impresionante fragilidad: hoy es casi imposible mantener el secreto. Las posibilidades de que cualquier persona descontenta, de que alguien "débil" se vaya de la lengua son tan grandes, que inevitablemente les debe obligar a mostrar una cara aceptable hasta en sus planes secretos más disparatados.

Pero si esto no fuera suficiente resulta que aún hay otro elemento que hoy por hoy ellos ni pueden controlar, ni dominar: las personas. Sí nos tienen bastante enganchados a cada beep de nuestro móvil, cuando entra un email desde Gmail, cuando llega una notificación nueva de Facebook, cuando aparece otro mensaje en el Whatsapp. Es posible que una parte de los seres humanos sean más permeables a todas esas prácticas, pero un pequeñísimo porcentaje puede subvertir cualquier orden que intenten implantar las grandes corporaciones tecnológicas. Y ahí es donde entran proyectos como Happymente: analizamos lo que está ocurriendo, tomamos nota de como está afectando y planteamos opciones y soluciones. Les decimos a los grandes: así no es. Podemos centrar el esfuerzo en crear una sociedad mejor, más feliz, que ofrezca más oportunidades a todo el mundo o jugar al Gran Hermano. Mr Z usted decide.

Imagen: DFID - UK Department for International Development