Infantilismo
Por Pilar, el 17/09/2015

Pensando en la manera en que cambian las cosas en la sociedad, hay veces que el concepto evolución, con lo que de mejora supone parece inadecuado, es fácil plantearse si no están ocurriendo las cosas de una manera que no tiene mucha lógica. Por ejemplo, un cierto infantilismo que se instala entre nosostros.
Me refiero a que en vez de evolucionar para mejorar y fortalecer nuestro caracter, que es lo que se espera de una persona que va madurando, hay ocasiones en las que parece que hemos vuelto a actitudes más propia de los niños. Tradicionalmente éstos han tenido como modelo a los adultos que tenían alrededor, y de alguna manera buscaban copiar muchas de sus conductas. En la actualidad es fácil encontramos con adultos que se aburren, que no tienen voluntad, que se quejan constantemente de la vida que llevan, que para sí quisieran muchas otras personas menos favorecidas, que parecen no tener un propósito concreto en la vida.
Personas que piensan que la vida solo está hecha para recibir aquellos derechos de los que todos queremos sentirnos receptores, pero la mayor parte de las veces se olvidan de que conllevan también unas obligaciones. Es como si se quisiera celebrar la vida a lo grande como hace un adulto, pero a la hora de perdir algún tipo de esfuerzo o responsabilidad mejor tener las mismas que los niños, ninguna. Los niños no son conscientes de como es la vida, porque habitualmente se les soluciona, y no saben o no entienden claramente que es un constante esfuerzo, en la que hay que moverse, y mucho, para obtener y mantener lo que cada uno tiene. Y eso que es lógico en el modo de pensar de un niño, se ve también con bastante frecuencia en personas de más edad. Y en vez de que los niños acaben copiando a los adultos que les rodean, acaban siendo éstos quienes acaban adoptando una manera de ser infantil que sólo busca la diversión fácil, y la despreocupación como modo de vida.
Esto no significa que no se pueda banalizar en muchos aspectos de la vida, pero no en los fundamentales. La vida si uno se la puede tomar con alegría tanto mejor, para uno mismo y para los que están alrededor,y si puede ser con la frescura e inocencia de los niños tanto mejor. Pero a cada época le corresponde lo suyo, y si uno es adulto no puede ni debe permitirse regresiones a la infancia, no del tipo irresponsable. Otra cosa es disfrutar todavía pisando los charcos que hay en la calle.
Imagen: Scooter Lowrimore