Si repartimos el dinero del 1% más rico entre el 99% tocamos a 271 dólares
Por JoseV, el 09/03/2016

Es complicado ser feliz viviendo de espaldas a la realidad, entender algo de economía, las magnitudes principales es imprescindible, para que no nos tomen el pelo. Y el otro día me encontré con una pregunta retórica de un economista, de esas que sorprendería a cualquiera que sepa sumar con los dedos, decía más o menos "...100.000 personas, el 0,001 por ciento de la población, atesora el 30 por ciento de la riqueza. La vida será imposible si seguimos así. Tendrán que llevar a sus hijos al colegio con guardaespaldas". No voy a entrar en la ética de acumular dinero, pero es obvio que con semejante demagógia no ayudamos a que se comprenda la realidad. Para cientos de millones de personas la vida ha mejorado en las últimas décadas y probablemente lo seguirá haciendo, otros hemos salido perdiendo. Así que para que se comprenda de que hablamos voy a hacer una apuesta aún mayor: propong quitarle todo a los ricos. ¿Qué sucedería? vamos a verlo.
Tocamos a 271 dólares cada uno
Desde inicios de año hay una cifra dando vueltas por ahí, el 1% de la población mundial tiene una fortuna de 1,76 billones de dólares, billones de los de 12 ceros. Algunas fuentes dicen que puede haber 10 billones escondidos en paraisos fiscales, otras que 20, ni lo tengo en consideración porque aunque parezcan cifras espeluznantes, no cambia demasiado en realidad, como verás más adelante, porque ¿sabes qué ocurre cuando se reparten ese dinero entre 6.500 millones de personas? Que no tocamos a nada.
La primera consecuencia es puramente aritmética: si se repartiesen 1,76 billones, cada individuo en el mundo habrá incrementado su riqueza en 271 dólares. Si has escuchado bien 271 dólares, como mucho para irte de vacaciones, olvídate de cambiar de coche o comprar casa. Demos un paso más. Si eliminásemos del reparto a los cientos de millones de ciudadanos occidentales acomodados -¿tú lo eres?-, digamos que fueran un 10%, estaríamos poniendo en manos de los más necesitados 300 dólares, en lugar de 271. Si se lo diéramos solo a la mitad de la población mundial, los 3.250 millones de individuos más pobres, cada uno recibiría 540 dólares. Una sola vez.
Acabamos de repartir toda la riqueza del 1%, de los que más tienen. Ya no hay más, no les podemos pedir nada más. Daría igual que le pusiéramos un cero más a cualquiera de esas cifras, la situación no iba a cambiar significativamente. Con 2.000 o 5.000 dólares, en lugar de 200 ó 300, alguno podría hacerse una casa, imagino, en los países más pobres, pero poco más. Eso sí el consumo mundial crecería. Al menos por unos meses.
La segunda consecuencia de esta media sería que la economía mundial se alteraría notablemente. No habría dinero para invertir, para mantener la economía en funcionamiento. No se crearían nuevas empresas, muchas cerrarían, otras se crearían, solo si algún mecanismo especial consiguiese mantener en funcionamiento el comercio, alguna especie de moratoria financiera que inundase el mundo de más dinero ficticio.
Pero si enviar a centenares de millones de personas al paro no fuera un problema grave ¿qué ocurriría dos meses después de repartir el dinero, un año después? Que muchos de los pobres volverían a ser pobres y la riqueza se habría concentrado de nuevo en unas pocas manos, las de aquellos que les ofrezcan bienes o servicios, y los que financien a estos, en una nueva espiral de acumulación. No hasta el punto de concentración de la riqueza actual, pero llegaríamos a un nivel parecido en muy poco tiempo.
Por tanto parece que quitarle el dinero a los ricos no es la solución, o no la mejor, ya que entre ellos están muchos de los responsables de que el mundo se mueva. ¿Se puede repartir el dinero de una forma más equitativa? Pues si una medida extrema, quitarles todo su patrimonio, nos sitúa ante el escenario descrito, parece que las medidas parciales, repartirlo vía impuestos, lograrán lo que está ocurriendo ahora: que poco a poco los más pobres vayan dejando de serlo y que por el camino los ricos lo serán más. Con una derivada que a ti posiblemente no te gustará: son las clases medias occidentales las principales perjudicadas de este trasvase progresivo de la riqueza.
Sería fantástico que ideasen un sistema para que los ricos no vean crecer sus fortunas a un 10% o más anual y los demás veamos como nuestras rentas merman año tras año, y que al mismo tiempo los pobres puedan seguir mejorando. Como no veo un orden mundial que venga a cambiar esta realidad, tal vez podamos conseguirlo solo si convencemos a los ricos de que sean más solidarios, en un mundo más rico ellos tienen más que ganar. ¿Naif? ha veces también yo puedo serlo. Por cierto las recetas individuales, a nivel de país, no funcionan: el dinero sale corriendo.
Si lo ves de otra forma, podemos debatirlo.
Imagen: Subramanya Prasad