La Rayuela

Por Pilar, el 03/05/2016

La Rayuela

Este divertido juego, conocido por muchos otros nombres como el cuadrado, la chilena, el volantín, es muy conocido en todo el mundo. Seguro que de pequeño has jugado más de una vez. Si recuerdas, solo requiere de una tiza, una piedra plana para lanzar, tejo, y una superficie lisa en la que jugar. Se recomienda a partir de los 4 años, y pueden jugar todos los niños que quieran. Es un juego que desarrolla la mente de los niños ya que hay una secuencia de números que les ayuda a aprenderlos, a reconocer como se escriben, a memorizarlos, en definitva a desarrollar el pensamiento lógico matemático. Y como están constantemente saltando, mejoran su agilidad, su coordinación y equilibrio.

Dibujar una rayuela en el suelo es algo que ya se hacía en la Grecia Clásica, escolias le llamaban, y también en la Roma Imperial, donde era conocida como el juego de las odres. Se le ha querido dar a este juego una visión mística, una especie de camino iniciático desde la Tierra al Cielo, una representación del Paraíso e incluso se ha querido ver una simbología oculta en sus números. Lo cierto es que su origen e inspiración son dudosos, cosa que no parece en absoluto importante para quienes lo disfrutan. 

Con mayor o menor dificultad se trata de completar un circuito de cuadros con uno solo o los dos pies a la vez, llevando el tejo, la piedra que se tira, en la mano o arrastrandola con el pie. Hay unas cuantas variantes en cuanto a forma, número de cuadros y manera de nombrarlos dependiendo del país de que se trate. Básicamente consiste en lo siguiente:

1. Dibujar con una tiza un diagrama compuesto por 10 cuadros, y escribir dentro los números del 1 al 10. Se pueden utilizar tizas de colores y hacer los cuadrados del tamaño más adecuado a la edad de los niños.

2. Poniéndose detrás del primer cuadrado el niño lanzará la piedra, y en el cuadrado en el que caiga será en el que no podrá pisar.

3. El circuito empieza a la pata coja, y con los dos pies en el punto en que el cuadrado es doble. Si la piedra se sale o el niño cae, pasa el turno al siguiente jugador.

4. Se trata de que la piedra vaya pasando de un cuadrado a otro hasta llegar al 10 y entonces se vuelve. Si el niño se cae o la piedra sale de cuadro, será el turno del siguiente jugador.

Éste es el juego básico, que se puede personalizar creando más retos o poniendo más obstáculos. A gusto de los participantes, solo hay que dejar volar la imaginación...