La sociedad de los idiotas
Por Marcela, el 05/05/2016

Este año, con un precio que ha sorprendido a los usuarios por no superar los 100 dólares, Samsung lanzó sus gafas de realidad virtual Gear VR. Pero también fue el año de Oculus, que a mediados de marzo puso en el mercado sus cascos de realidad virtual, Oculus Rift, que rondan los 600 dólares. El fenómeno realidad virtual ha superado al gremio de los aficionados a la tecnología y a los videojuegos, y se ha expandido a casi todo tipo de consumidores. Esto es nuevo, lo que viste en las películas ahora está al alcance de tu dinero. Todos quieren probar la realidad virtual, otro paso hacia separarnos más de lo que nos hace humanos.
¿Qué pasará en 20 años? ¿Tendremos "sexo" con entes digitales mientras usamos nuestros cascos de realidad virtual? ¿Sabremos distinguir lo real de lo virtual? ¿Nos importará qué tan real es lo que vemos?
Cada vez la tecnología “avanza” para hacernos la vida más fácil, menos complicada y tediosa a la hora de realizar actividades como cocinar y desplazarse de un sitio a otro. Nuestros teléfonos son más agiles que nosotros y, en un futuro no muy lejano, serán más inteligentes, aunque muchos ya lo son...... ¿Qué sigue? Lo inminente: la sociedad de los idiotas. Más idiotas.
Existirá un desarrollo tecnológico encargado de hacer a los humanos obsoletos, una zona de confort tan peligrosa que incitará a subir otro peldaño para hacernos más inútiles, un “avance” repugnante basado en necesidades que no necesitan ser satisfechas y dedicado a destruir el resto del planeta con la increíble contaminación que dejará a su paso.
Pero recuerden que la realidad virtual para entonces podrá hacernos ver y sentir lo que queremos, aislarnos de la estresante verdad y llevarnos anestesiados por el mundo perfecto que nos creamos en nuestros cascos mágicos, llenos de comercial, comercial, paute aquí, porque el capitalismo nos necesita.
En el futuro, la evolución no será evolución sino decadencia. Las relaciones humanas serán virtuales y nuestros juguetes para evitar esos molestos hábitos como caminar y salir de casa, serán una extensión de nuestras vidas. En el futuro, la tierra debería escupirnos para liberarse de tanta basura.
Imagen: WALL·E