Sinceridad sí, pero en la dosis correcta

Por Pilar, el 25/11/2016

Sinceridad sí, pero en la dosis correcta

Si buscas el significado de sinceridad la descripción es: el modo de expresarse sin mentiras y fingimientos. A cualquier persona que le preguntes te dirá que le gusta la sinceridad, para con ella, y serlo con los demás. Pero, ¿qué ocurre cuando uno es sincero hasta un punto extremo? Si eres tú esa persona brutalmente sincera expones demasiado tu vida, posiblemente des más explicaciones de las necesarias y de las que se te piden y eso aunque no lo creas, lo único que hace es lastimar tu autoestima. No hay que contarlo todo, no porque estés ocultando algo, sino porque no es necesario, sencillamente forma parte de tu intimidad.

Y si eres alguien que padece a un sincero extremo, seguramente tendrás que armarte de paciencia, o tal vez pagarle con su misma moneda y que comprenda como se sienten los demás. Bajo el pretexto de ser sinceros, algunos se convierten en una especie de avalancha de verborrea que opina hasta de lo que no deben, alegando normalmente y con asombro que solo dicen la verdad. Bueno, a eso le podríamos decir, que tal vez no nos interesa su opinión, o mil cosas más, pero en todo caso tendrás delante a una persona tóxica, que creerá que ser sincero es ser descarnado, y que su derecho a decir la verdad prevalece sobre cualquier otro.

Sinceridad sí, hemorragias incontroladas de algo que se le parece no. Decir la verdad es bueno, y ten por seguro que en más de una ocasión dolerá, y sin quererlo puedes herir a alguien o lo harán contigo. Eso no es ni siquiera malo, puede ayudarte a reaccionar, a cambiar un rumbo equivocado o a crecer, y te das cuenta de ello cuando lo interiorizas. Sé sincero, pero cuida tus formas, porque a veces duele más el modo que el contenido y piensa que igual vale la pena no ser tan sincero y arreglar un asunto, en vez de estropearlo con un exceso de verdad.