La habitación de tu hijo según el método Montessori

Por Pilar, el 20/12/2016

La educación de un bebé debe empezar desde el momento de su nacimiento, y eso supone acondicionar el entorno del pequeño para que aprenda rápido, experimente y se valga por sí mismo cuanto antes. Así es que es fundamental pensar en lo que el niño necesita para su desarrollo, más que en montar una habitación bonita o al gusto de los mayores.

• Que la cama esté a ras de suelo, así el niño no necesitará al adulto cuando quiera subir o bajar y será independiente de los adultos. Nada de cunas o camas con barrotes. El mobiliario debe estar adaptado al niño, creciendo a la vez que él. Debe tener todo a su alcance y coger lo que necesite sin ayuda de nadie. 
• Los colores que se utilicen en la habitación tienen que ser cálidos, deben fomentar la tranquilidad y armonía en el niño, porque es una estancia en la que van a pasar muchas horas. Eso repercutirá en una mejor calidad del sueño del pequeño.
• El espacio con un suelo calido y con todo ordenado y despejado para que de esta manera se pueda mover libremente y sin peligro. El hecho de que todo esté ordenado le producirá una buena sensación de seguridad. 
• Los juguetes deben estar en un lugar accesible para el niño y deben ser de materiales lo más naturales posibles y seguros para que puedan experimentar sin peligro. Es algo algo fundamental para su desarrollo físico e intelectual por lo que no debe encontrar obstáculos.
• Se recomienda decorar paredes con láminas y espejos a la altura del pequeño para que se pueda observarse y reconocerse, y de esa manera estimular su creatividad y su capacidad de curiosear.