Depresión, el enemigo silencioso

Por Pilar, el 14/04/2021

Depresión, el enemigo silencioso

La depresión clínica es un trastorno emocional en el que predominan la tristeza constante y el desinterés por cualquier actividad. Este estado de tristeza generalizado afecta a todos los aspectos de la vida, a los pensamientos, que se tornan negativos, a los sentimientos y al comportamiento. Todo ello afecta a la vida diaria, a nivel físico y emocional.

La depresión requiere un tiempo para superarse, a base de terapias o incluso medicación. No hay que confundir la depresión, con el estrés o la ansiedad, con los que puede compartir síntomas.

Hay varios tipos de depresión. Puede ser unipolar, en la que solo hay un polo depresivo, o bipolar, con polo depresivo y eufórico en el que se alterna la manía con la depresión.

La depresión se presenta con varios grados de intensidad. En el grado leve, el enfermo lleva una vida aparentemente normal pero sufre malestar. En el grado moderado, los síntomas son más intensos y es posible que empiecen a interferir en la vida cotidiana. En el estadio grave de la depresión, los síntomas son muy intensos e imposibilitan llevar a cabo las actividades diarias. En este estadio aparecen síntomas psicóticos, en los que el enfermo pierde contacto con la realidad.

Hay otros tipos de depresión unipolar, como la estacional, frecuente en otoño e invierno que tiene que ver con la disminución de la luz solar o la depresión breve recurrente, que dura un par de semanas, con periodos de normalidad de al menos dos meses entre episodios. También son habituales las depresiones posparto, en mujeres que acaban de dar a luz, consecuencia del cambio hormonal. Otra depresión relacionada con el parto es la psicosis puerperal, muy grave con síntomas de depresión mayor.

Síntomas de la depresión

  • Estado de ánimo bajo, con tristeza, ganas de llorar
  • Pérdida de interés por las actividades cotidianas
  • Ansiedad, irritabilidad, frustración, sensación de desesperanza 
  • Cansancio y falta de energía
  • Alteraciones en el sueño y en el apetito
  • Sentimientos de odio a sí mismo, inutilidad, autorreproches
  • Dificultad para concentrarse, para pensar, actuar y recordar
  • Problemas físicos sin explicación, somatización
  • Pensamientos recurrentes sobre muerte o suicidio

Cuando los síntomas son los más graves o son muy intensos, pueden suponer una problema importante en la vida cotidiana.

Depresión en niños y adolescentes

Los síntomas son muy parecidos a los que padecen los adultos, tristeza, irritabilidad, exceso de apego, pérdida de peso o que el niño no quiera ir a la escuela. 

En los adolescentes, aparece el sentimiento de no servir para nada, de sentirse incomprendido, ira, falta de asistencia a clase, bajo rendimiento, exceso de sensibilidad. Puede haber consumo de alcohol, drogas o adicción al juego, bulimia o gula, exceso de sueño. Autolesionarse y evitar la interacción social son otros de los síntomas de la depresión en los adolescentes.

Depresión en personas mayores

La depresión nunca debe menospreciarse, no es algo que deba considerarse como propio del envejecimiento. Muchos mayores no acuden al médico, porque encuentran que es algo normal y no buscan ayuda. En edades avanzadas los síntomas de depresión pueden conllevar:

  • Cambios en la personalidad 
  • Problemas de memoria
  • Fatiga, pérdida de apetito
  • Falta de sueño y de interés por las cosas cotidianas
  • Dolor físico sin motivo
  • Evitar la interacción social, quedándose en casa
  • En los hombres es más acusado el pensamiento suicida

La depresión no es algo que tomar a la ligera, ni en niños ni en adultos. En cualquier caso hay que acudir al especialista, que hará un diagnóstico de la situación. Con los niños y adolescentes hay que tener especial cuidado y vigilar sus cambios de comportamiento, en el rendimiento escolar, en el sueño. Cualquier variación puede indicar que el menor padece depresión.

Imagen: vitaliy rigalovsky