Consejos para manejar la ansiedad

Por Pilar, el 15/07/2022

Consejos para manejar la ansiedad

La vida cotidiana está llena de obligaciones, algunas inevitables, otras no tanto, que acaban generando muchas más, el día no da para todo lo que queremos hacer y la sensación de no poder con todo se nos va apoderando. Aparece el estrés, un mecanismo de defensa para adaptarse al entorno, que en principio no es malo, pero que llegados a cierto nivel es brutal para la salud.

El compañero inseparable del estrés es la ansiedad, que puede aparecer de forma puntual o instalarse durante una buena temporada. Si es solo ocasional no hay que preocuparse, al igual que el estrés, una pequeña cantidad de ansiedad no es peligrosa. El problema es cuando se vive en perpetua ansiedad, ahí sí que hay que tomar medidas y acudir si es preciso al médico. 

En cualquier caso, es mejor no llegar a ese extremo. Por experiencia propia o ajena, en el momento en que notemos que no estamos gestionando bien el esfuerzo diario, hay que ponerse manos a la obra, y evitar que la ansiedad nos atrape. 

¿Qué podemos hacer para controlar la ansiedad?

Parar y pensar

Si llegamos a un punto en el que lo que hacemos nos supera, es momento de ver de qué actividades podemos librarnos. Después de todo nadie es imprescindible, y a veces tenemos la mala costumbre de hacer nuestros problemas que no lo son y situaciones que no nos incumben. Solo prescindiendo de ellos, es fácil que nuestra vida cotidiana se aligere.

Hacer de la ansiedad algo útil

Al final del día es bueno hacer balance de cómo hacemos las cosas, y si la ansiedad es consecuencia de un patrón poco adecuado de actuar, hay que cambiarlo. Así evaluamos lo que nos ocurre, aprendemos nuevas rutinas, y tomamos decisiones. Todo lo que sentimos nos será útil, miedo, enfado, incertidumbre nos conducirán a comportarnos de otra manera.

Buscar el lado positivo

Al acabar la jornada es bueno escribir lo que se nos pase por la cabeza, pero sobre todo es interesante pensar en algo bueno, en escribir unas líneas positivas. Primero, porque algo bueno habrá ocurrido a lo largo del día, o al menos podemos resaltar el lado bueno. Segundo, porque irse a dormir con un pensamiento así, nos hará relajarnos y dormir mejor, y por tanto comenzar el día siguiente de forma más optimista y energética.

Desconectar

A veces la ansiedad viene dada por la sobrecarga de obligaciones y la falta de actividades que realmente nos motiven. Es momento de dedicarse un tiempo para hacer eso que dejamos continuamente pendiente. Hacer alguna actividad física nos ayudará a liberarnos del estrés, relajar el cuerpo y dormir mejor, dando al cuerpo y la mente el descanso necesario.

Hablar de lo que pasa

Puede que en nuestro círculo haya mucha gente en la misma situación, tal vez no, pero seguro que pueden ayudarnos solo con escuchar qué nos está pasando. Además de ofrecernos una solución, esa conversación, ese desahogo sirve de mucho más de lo que parece.

Estos consejos son a nivel doméstico, y se pueden poner en práctica en cualquier momento, pasemos por una etapa de ansiedad o no. Desde luego si es algo más grave, hay que acudir a un especialista, para que elabore un diagnóstico, a veces la buena predisposición por sí sola no es suficiente.

Imagen: Priscilla Du Preez en Unsplash