Tu triunfo puede llegar en el tiempo de descuento

Por Pilar, el 18/04/2023

Tu triunfo puede llegar en el tiempo de descuento

El partido había empezado mal, con un gol en propia puerta. En el fútbol debe ser como cuando en la vida uno mismo se busca la ruina de la manera más tonta. Sin pensar demasiado en esa absurda y temprana complicación, el equipo se vino arriba para intentar empatar y poner el contador a cero. El otro equipo, por su parte intentó mantener esa distancia. Ambos pelearon hasta el último balón, de una manera tan intensa, que el empate vino en el minuto de descuento. Y de nuevo con el contador a cero otra vez, una oportunidad de cambiar las cosas. Al final en según que competiciones tiene que haber un ganador, y eso es lo que ocurrió exactamente.

Seguramente es una definición un tanto romántica para cualquiera que entienda realmente de fútbol. La pretensión no era diseccionar el partido, sino alabar el ánimo de ambos equipos. Porque de eso se trata, de no dar ninguna oportunidad por perdida, de no dejar de luchar hasta el tiempo y las oportunidades que tenemos y un poco más, porque a veces ahí está el gol que nos da la victoria. Y si se pierde, porque pasa a pesar del esfuerzo, al menos se habrá hecho todo lo posible.

El símil se me ocurre tras las declaraciones de un responsable educativo que asegura que "Condenar a los alumnos por un suspenso es elitista, machaca a los de abajo y favorece a los de arriba". El suspenso no es una condena, es el mal resultado de un alumno, igual que le ocurre al que está en los últimos lugares de la clasificación. Y a veces descienden de categoría. No les quita valor como personas pero obviamente, como deportistas, se encuentran lejos de la élite. A los que no sería justo que destacando como lo hacen, se les considerara igual que otros con menos rendimiento, solo porque estos no se sientan mal.

Alguien tiene que ser el mejor, y pesar de que algunos digan que no es lo más importante, lo es, porque significa que ha tenido más técnica, más visión, más picardía o más conocimientos. Y eso no es malo, le da un gran valor a quien lo consigue, pero no tiene el propósito de desmerecer a nadie, que no ha sabido, querido o podido dar más de sí. Y si ha sido excelente será por muchos motivos y, si no lo es también. La de los primeros seguramente habrá contado con una estrategia de lucha, motivación y trabajo incansables, que con toda probabilidad será de lo que ha adolecido los segundos. Nada es inamovible y nadie es insuperable. No se puede humillar al vencido, pero tampoco desmerecer al que ha ganado con todos los honores. Y el partido es largo, y siempre puedes ganar en el tiempo de descuento...

Imagen: Tim Mossholder en Unsplash