Economía de combate
Por Tamara GJ, el 14/12/2012

Corren tiempos difíciles para la economía.... hay miles de empresas que han quebrado, millones de personas que se han quedado sin empleo y están agotando sus recursos... y un ambiente general de desesperación, de estar llegando al límite y no saber qué hacer, simplemente para salir adelante, que empieza a dificultar la respiración.
Crisis a la orden del día
Entre los múltiples casos de gente afectada, caben destacar aquellas familias que están al borde del desahucio y que tienen hijos que mantener (con su respectiva alimentación y educación, básicas y necesarias) y cada vez son menos las alternativas que se ofrecen desde los organismos públicos y privados, puesto que los recortes y falta de presupuestos están a la orden del día.
El tema de la crisis está a la orden del día, continuamente escuchamos conversaciones (ajenas o nuestras) sobre lo mal que está la cosa, lo difícil que es encontrar un trabajo, qué haré cuando se me acabe la prestación el próximo mes, llevo dos meses de retraso en el pago de los recibos, los niños ya no van a la guardería, se ocupa su abuela, en nuestra empresa estamos pendiente de un ere y aún no han comunicado quien se va a la calle, me han despedido, echando horas de más y sin haber pasado siquiera el periodo de prueba,.... y otras historias que nos afectan a todos y que deseamos solucionar lo antes posible.
Ante este tipo de situaciones (peores se han vivido en la historia de la humanidad, incluso de nuestro propio país), los individuos disponemos de la inteligencia y los recursos necesarios para sobrevivir, pero actualmente esto no es suficiente. Nuestra sociedad avanzada, tecnológicamente, que nos ha facilitado un estilo de vida tan cómodo y “fácil”, está gravemente amenazada, y muchos de nosotros, nos agarramos a la idea de que aparezca una solución repentina que nos salve, pero ¿y si no llega?
Economía de Combate
Así hablando de esto con un amigo que lleva más de dos años sin trabajo, con la prestación acabada, y buscando trabajo a diestro y siniestro, me comentó que se busca la vida con Economía de Combate, esto es “ñapeando”. A través de antiguos contactos laborales, fue corriendo la voz de que podía realizar tareas de mantenimiento de edificios y de forma ocasional alguien le llama.. Lo que le permite ir tirando, mientras sigue buscando un empleo normalizado, formándose y planteándose nuevas alternativas.
Otras muchas personas, en situaciones similares, han terminado recurriendo a esta forma de trabajar, simplemente para poder comer y pagar las facturas, otros muchos no tienen ni esto... y están al borde, a punto de ser empujados sin red, hacia una incertidumbre total. Todo esto está mellando la moral individual y social, haciendo que nuestros pensamientos sean cada vez más negativos y pensemos que no podemos hacer nada, simplemente esperar que las cosas sucedan.
Cuando esperamos, desesperamos, y aunque haya que tener paciencia y dejar pasar el tiempo no basta para cambiar nuestra perspectiva, debemos actuar, agotar cualquier recurso interno o externo que nos empuje hacia adelante. Busca en tu interior y en tu entorno soluciones!! Y si no te ves capaz o tu estado anímico o emocional no te lo permiten, pide ayuda (a tu familia, amigos, profesionales, instituciones, organismos públicos, entidades privadas).
No te pares!! Busca soluciones
Has de crear un itinerario donde avances ampliando tus recursos, cualquier consejo u orientación puedes utilizarla para aumentar tu red de apoyo. Comenta tu caso, tu situación, lo que estás buscando, se claro y preciso. Además has de estar dispuesto a adaptarte a las nuevas reglas del mercado económico y laboral, que están en continuo cambio.
No existe ninguna varita mágica que pueda arreglarlo todo.... creando empleo y haciendo resurgir la economía, pero sí puedes crear tus propias oportunidades, haciendo posible otra vida, donde tus prioridades puedan ser otras, que puedan cubrirse más fácilmente o con los recursos con los que cuentas.
Si has de vender tu casa, porque ya no puedes afrontar la hipoteca y los gastos, míralo como una oportunidad de conseguir algo nuevo, distinto, a lo mejor un alquiler más barato, que te permita ahorrar para no volver a estar con el agua al cuello. Si no encuentras trabajo de lo “tuyo”, ábrete a nuevas posibilidades, con la campaña de Navidad puedes acceder a muchos tipos de empleo. Que no te contratan porque te falta formación, pues patéate todas las instituciones, centros de formación... que puedan darte una alternativa gratuita o económica.
A lo mejor también llevas tiempo planteándote un cambio de vida total (personal, laboral, geográfico, familiar,...) y este puede ser el momento de dar el paso. Lo importante es recordar que entre todos podemos apoyarnos para salir adelante, tenemos las herramientas y los recursos, así que búscalos!!!