¿Te atreves a pasar un control de "movilemia"?
Por JoseV, el 30/08/2013

Una terraza cualquiera, un calor típico de un día de agosto, con la mujer y los niños picando unas tapas. En la mesa de al lado hay cuatro jóvenes, 20 a 30 años, uno de ellos es una chica, hablan a ratos, mientras comparten unas raciones. No les presto demasiada atención hasta que una de las veces observo que están todos tecleando al tiempo, ensimismados en su móvil. Es de suponer que no están chateando entre ellos. ¿O sí? No es una escena inventada, es algo que es cada día más habitual.
Según un estudio denominado "Control de movilemia", el 55% de los españoles come con el móvil al lado, un tercio se lo lleva la baño y solo el 25% lo apaga cuando tiene relaciones con su pareja. Aunque apagar el móvil cuando se tienen relaciones, me parecería excesivo, porque siempre hay algún tema que requieren atención inmediata... es broma, espero se aprecie, lo cierto es que cada vez nos cuesta más separarnos del móvil.
No dejar el móvil nunca
El problema de los móviles y de los samrtphones es que es casi imposible pedirle a alguien que lo deje mientras está haciendo otra cosa. En el trabajo, en la universidad, en el cine, o en el colegio, en un concierto o en el parque, mientras caminamos o conducimos, utilizamos el móvil, esto último además de suponer multas, es un gran peligro como demuestran diferentes estudios. Estamos permanentemente conectados, anhelamos estarlo cuando no es así. Esperamos el tono del WhatsApp o la vibración del móvil, con ansiedad, incluso cuando estamos con nuestro grupo de amigos. Para que te hagas una idea, consultamos nuestros móviles unas 150 veces al día. ¡No vaya a ser que se nos escape un SMS, o un WhatsApp! ¡Sobre todo un WhatsApp!
¿Por qué no me contesta?
Son las dos de la mañana, estabas durmiendo y no contestaste al WhatsApp de tu pareja. Puede que no pase mucho tiempo para que tengáis una discusión sobre el caso. ¿Por qué no contestaste? ¿Qué estabas haciendo? ¿Con quién estabas? ¡Pero si eran las dos de la mañana! Ya, pero tu pareja no estaba durmiendo, estaba pensando en ti y te envió el Whatsapp ¡¡Y tú no te despertaste!! Qué falta de interés en la relación, no atender llamadas mientras se duerme, adonde vamos a llegar.
¿Nos hemos hecho adictos al móvil?
Francesc Núñez Mosteo, director del Grado de Humanidades de la Universidad Oberta de Catalunya no cree que se trate de una adicción sino de una dependencia emocional y social. La espera de los WhatsApp potencian tu imaginación y tu deseo. "Este gozo es parte del atractivo de WhatsApp”, comenta el profesor. Dependemos del agua pero no somos adictos a ella. Con la necesidad de comunicarnos ocurre algo parecido, podemos utilizar las herramientas que hay a nuestra disposición, sin crear una relación de dependencia.
¡Una solución quiero!
Si no puedes vivir ni respirar sin tu móvil, si es el móvil el que te controla a ti y no tú a ese fantástico aparato, pero cacharrito al fin y al cabo, quizás sea hora de empezar a apagarlo de tanto en tanto. Prueba a salir sin él cuando no lo necesites, seguro que es una experiencia que te resultará hasta estimulante. Lo importante es que no estés todo el tiempo ansioso por su culpa, que puedas disfrutar de otras actividades y de la compañía de tus amigos, de tu pareja o de tu familia. Pero si el problema no es tuyo y es de los otros, son ellos los que hacen un uso excesivo o inapropiado del móvil, en algún momentto tendrás que hablarlo. ¿No crees?
Cuéntanos que es lo más atípico que haces con el móvil, alguna anécdota que indique la relación que has establecido, dependencia o no, con este maravilloso artilugio.