Síndrome Postvacacional: Supéralo!
Por Tamara GJ, el 03/09/2013

Los expertos definimos, de forma general, el síndrome postvacacional como el conjunto de síntomas físicos y psicológicos (insomnio, jaquecas, ansiedad, depresión, desmotivación, cansancio, nerviosismo, inquietud, falta de concentración,…) que se manifiestan al terminar un periodo vacacional y reiniciar la actividad laboral o rutinaria planteada como “obligatoria” y poco o nada relajante o divertida. Este malestar puede producirse de múltiples formas y cada uno reaccionamos de otras muchas maneras, pero ¿realmente es tan duro?
Muchas personas se quejan del final de las vacaciones, de la vuelta a la rutina, de tener que volver a aguantar al jefe o a ciertos compañeros e incluso de sus tareas y funciones, pero si no fuera por esta rutina, por estas responsabilidades y ocupaciones, no valoraríamos los tiempos libres y de ocio, las vacaciones y los momentos de disfrute.
El trabajo no solo es necesario para poder subsistir, si no que es imprescindible para nuestro desarrollo personal y profesional, para aumentar nuestra autoestima y sentirnos útiles y valiosos, y más aún en estos tiempos en los que parece tan difícil encontrar un empleo remunerado. Aunque suene a tópico, todos los que tenemos la suerte de tener una ocupación hemos de sentirnos afortunados y aprovecharla al máximo, por nuestro propio interés y bienestar.
Cómo superar el síndrome postvacacional
Si la vuelta al trabajo o la rutina postvacacional te resulta excesivamente dolorosa y te genera un malestar que te sobrepasa e impide que lleves a cabo tu vida con normalidad, puedes seguir algunos consejos para suavizarlo y superarlo cuanto antes:
- Organiza bien la vuelta al “tajo”: planifica los tiempos de desplazamiento, si necesitas llevar comida o algún otro suministro para pasar la jornada y los momentos de descanso (es fundamental que estén presentes desde el primer momento para no saturarte). Así mismo ten claras las tareas y prioriza. Es imposible ponerte al día de todo desde un primer momento, asi que procura avanzar teniéndolo presente.
- Anticípate a cualquier imprevisto: a lo mejor necesitas levantarte unos minutos antes, salir con tiempo de sobra… para no agobiarte desde el primer día con prisas. Ten presente que apenas variará el tiempo total que has de dedicar a tu jornada y podrás estar más tranquilo. Pide a tu encargado o tus compañeros que te pongan al corriente de cualquier novedad que pueda afectar a tus funciones y te evitarás sorpresas desagradables y pérdidas de tiempo.
- Mentalízate que todo es temporal: Recuerda que necesitas trabajar para subsistir y conseguir tus metas, también es imprescindible para poder volver a disfrutar de otro periodo vacacional. El trabajo y los días de libranza son cíclicos: cuando quieras darte cuenta llegará el fin de semana o tus días libres… e incluso de nuevo las vacaciones, o ¿acaso estas últimas no han llegado?
- Aprende a relajarte y tomarte la vuelta con calma. Todo requiere un periodo de adaptación, aunque hayas vuelto con millones de tareas pendientes, ves una a una, sin prisa pero sin pausa, márcate un ritmo que sepas que puedes cumplir sin agobiarte y cuando sientas que te saturas, respira hondo, relájate y continua tranquilamente. Poco a poco irás recuperando tu ritmo normal de trabajo.
- Sigue disfrutando de tu ocio: Aprovecha el buen tiempo y la claridad del día para darte un paseo y seguir disfrutando de tu familia, amigos, mascotas, hobbies… siempre que te sea posible. Aunque hayas vuelto al trabajo has de buscar hueco para ti y tu ocio, para relajarte y disfrutar.
Ama lo que hagas
Tal vez esta sea la clave para que la vuelta al trabajo sea lo más llevadera posible: el amor por lo que haces. No siempre es fácil, y más aún cuando tenemos que trabajar en lo que sea para poder ingresar dinero. Pero aunque no estés realizando el trabajo de tu vida o a lo que aspiras siempre podrás enfocarlo en aprender y avanzar personal y profesionalmente.
Orienta tus tareas y responsabilidades hacía tus objetivos y metas. Trabaja para los demás y también para ti. Todo puede hacerse mejor y para mejorar. Si utilizas esta clave en tu día a día tanto tu trabajo, como el resto de cosas que te propongas y hagas tendrán mucho más sentido y serán mucho más productivas y satisfactorias.
Imagen by JuanJaen