Desarrollo Profesional
Por Tamara GJ, el 19/02/2015

En un lugar inhóspito, de apariencia elegante y profesional, trabajan un grupo de personas, con un objetivo común, que escondía intereses muy diferentes.
Aunque parezca una introducción a una historia terrorífica, lo cierto es que esta situación es una triste realidad que nos rodea y afecta a todos. Personas desmotivadas con sus tareas o funciones, personas agobiadas –incluso acosadas- por jefes tóxicos y compañeros incompetentes e impertinentes, personas agobiadas por los recortes o la falta de empleo para ganarse un salario que le ayude a vivir,… por desgracia estas situaciones forman parte de nuestro dia a dia.
En Happymente somos plenamente conscientes de que las circunstancias actuales producen grandes obstáculos a la hora de encontrar un empleo remunerado y con unas condiciones favorables. A muchos incluso les resulta insoportable, y poco a poco se van desgastando física y mentalmente al enfocar sus acciones y pensamientos en la parte negativa, olvidando todo lo positivo, que seguro es mucho. Incluso llegando a desarrollar alguna psicopatología o psicosomatizando a nivel físico.
El mundo laboral dista mucho del ideal, demasiadas personas sufren a causa del trabajo, cuando debería ser una fuente de satisfacción y desarrollo, un espacio de nuestra vida que nos aportase motivación, estimulación, ganas de aprender y compartir y nos permitiese conciliar con tiempo para la familia y el ocio.
Pero lo bueno de todo esto, es que cada uno de nosotros seguimos siendo nuestros propios jefes, tenemos plena potestad sobre nuestros pensamientos, emociones, toma de decisiones, realización de acciones y disfrute de todo ello. A veces este control queda difuminado o ensombrecido, pero siempre está ahí. Hemos de retomar las riendas de nuestro destino y movernos hacía lo que queremos.
Parate a pensar y reflexionar
Para conseguir un cambio laboral real, hemos de comenzar planteando cuál es nuestra situación y cuál es la que nos gustaría tener en función de diversos criterios:
- Reflexionar sobre nuestro estado de ánimo: ¿qué emociones siento respecto a mi trabajo? ¿Hay más negativas o positivas? Enuméralas y valora su importancia.
- Intentar verte desde fuera, de forma objetiva. Fíjate en los hechos, ignorando las emociones y las interpretaciones o suposiciones, se realista.
- Compara con trabajos anteriores y con posibles trabajos futuros, ¿qué ha mejorado y empeorado? ¿qué te gustaría mejorar?
- Define objetivos fácilmente realizables a corto plazo que a su vez nos lleven hacía nuestras metas a medio y largo plazo. (Hablar con algún responsable o compañero para resolver una situación concreta, actualizar C.V. y comenzar a buscar otro trabajo, replantearte la forma de realizar las tareas y cómo te afectan los resultados,…)
- Analiza los recursos de los que dispones y los que puedes conseguir y cómo.
- Determina un plan de acción. Pasos a seguir con pautas e indicaciones específicas.
Solicitar ayuda a quien consideres oportuno para tener más información sobre cualquiera de los pasos anteriores y otras dudas que te surjan. Desde tu entorno cercano (familia y amigos) hasta especialistas y profesionales. Es importante tener otros puntos de vista y apoyo para completar y afianzar el proceso de cambio.
¡En marcha!
Cuando tengas claro qué quieres conseguir y cómo vas a hacerlo hay que implementarlo de inmediato. El cambio de hábitos se basa en la mejora de rutinas, cuanto antes vayas introduciendo y modificando pequeños detalles en tu vida cotidiana más sencillo te resultará realizar acciones más complejas y más rápido avanzarás.
Si quieres cambiar tu vida profesional, si quieres dedicarte a algo que te realice a nivel personal, te ayude a mejorar a nivel laboral y te aporte los beneficios que consideres oportunos, no te quedes parado, recreándote en lo negativo, ponte en marcha y avanza. Moviéndote y ampliando tus opciones las probabilidades de encontrar lo que buscas aumentará exponencialmente.
Lo más importante es que cambies tu forma de ver las cosas:
- Centrate en lo bueno de cada momento
- Aprende de cada adversidad
- La sererenidad será tu estado habitual,
- Deja cosas te afecten lo justo y necesario para que sumen y no resten.
- No te dejes vencer por el desánimo o las estupideces de gente obtusa y amargada que quiere aumentar su club.
- Toma distancia y respira cuando lo necesites.
- Se asertivo y expresa lo que sientas y necesites.
- Ten presente las cosas buenas en tu vida, piensa que luchas por ellas.
- Sonríe, perdona y agradece, te aliviará y aumentará tu bienestar.
Además una vez pongas en marcha el proceso de cambio, las recompensas serán inmediatas. Sólo con saber que estás luchando y haciendo lo posible por conseguir tus sueños, por sentirte bien y disfrutar, la motivación se va generando sola. Mantenerla y aumentarla dependerá de la interiorización y automatización de las conductas y pensamientos realmente deseados.
Gestionar de una manera eficaz tus recursos, aprovechar el tiempo, compartir con la familia y los amigos y disfrutar de ocio sano serán las mejores formas que encontrarás para tener bienestar, para sentirte feliz.
Imagen: Alejandro Pinto