Nuestra responsabilidad
Por Pilar, el 30/04/2015

La definición de responsabilidad viene a ser la obligación moral o jurídica de responder de algo propio o ajeno en una de sus acepciones y en otra se define como la capacidad de compromiso o de cuidado de una persona consigo misma y con todo lo de alrededor.
No es algo que se vea con frecuencia en nuestra sociedad. Si miramos a nuestro alrededor casi todo el mundo trata de echar la culpa a otra persona o situación de lo que está pasando. Aún a sabiendas de que SI hemos sido conscientes y responsables de lo que estamos haciendo, seguramente encontraremos alguna manera de maquillar la situación y derivar la culpa a terceros. Lo vemos continuamente en la vida política, empresarial, cuando hay un accidente de tráfico, en los colegios...
Y claro, si uno siempre se ve perfecto y no tiene capacidad de autocrítica es muy difícil evolucionar y madurar, y si esa actitud se extrapola al comportamiento del individuo en sociedad el problema puede ser de grandes dimensiones. ¿Por qué? Porque resulta que sí que tenemos mucho que ver con lo que pasa en la comunidad en que vivimos aunque pensemos que no es así. Cada acto tiene sus consecuencias, desde el más mínimo, desde el que sólo es permisivo con según que conductas, hasta la elección de quienes nos gobiernan.
Ahí podría entrar la segunda acepción del término, la capacidad de compromiso con nosotros mismos y nuestro alrededor. Primero de todo hemos de vernos como sujetos de derechos y beneficios, pero también de obligaciones, de conocerlas y de ponerlas en práctica y de aceptar las consecuencias de nuestras acciones tanto buenas como malas. Y de ser conscientes de que en todo lo que ocurre podemos ser parte de la solución si somos parte del problema, y hay muchas cosas que se pueden arreglar y necesitan de nuestra participación. No podemos ni debemos dejar todo en manos de los que gobiernan, porque se trata de nuestra vida y tenemos ideas que aportar.
¿Manera de solucionar estas cuestiones? participando de manera activa en todos los procesos necesarios. Elegir a nuestros representantes ya es un acto responsable, tanto el de hacerlo, como el de buscar las opciones que más se ajusten a nuestra manera de ver el mundo. Que sea de una manera o de otra supondrá que vivamos en un entorno que nos guste más o menos, y que en consecuencia nos haga felices o no. Y si sigue sin gustarnos y eso condiciona nuestra felicidad y nuestra manera de entender el mundo, hay que seguir luchando por lo que uno cree necesario.
Los grandes logros de la humanidad se han conseguido a fuerza de mucha voluntad y valentía en luchas que parecían perdidas desde el principio, pero se han ganado por la persistencia y entusiasmo demostrado.
El mundo es de los valientes y nos atrevemos a decir que de las personas responsables, que se sienten obligadas a comprometerse por sus principios y luchar para que rijan sus vidas. Asi es que si algo no nos gusta, luchemos por que sea distinto, tenemos los medios. Aprovechemos las redes sociales para denunciar, los blogs de comentarios para despertar conciencias, recogidas de firmas, y sobre todo ¡actuemos! con decisión y pensando en las consecuencias.
No echemos la culpa de todo lo que pasa a nuestros gobernantes, jefes, vecinos, etc, por sistema, no es cierto que sea así, no es sano y sobre todo nos impide crecer como personas y seres sociales que somos. Formamos parte de la sociedad y tenemos una gran responsabilidad al consentir lo que ocurre y lo que no.