Nos vemos en tu muro
Por Pilar, el 02/09/2015

Ahora va a resultar que no somos nada originales, que el tema este de Facebook de escribir en nuestro muro todo aquello que pensamos es de lo más antiguo. Y Twitter con sus frases cortas en plan telegrama, Instagram con fotos de cualquier cosa en cualquier sitio...
Si, resulta que ya lo hacían nuestros antepasados en las cuevas: escenas de la vida cotidiana, caza, amoríos, cocina y muchas otras más. Por ejemplo, los egipcios que también se dedicaban a escribir jerogíficos en cualquier trozo de piedra que encontraban, acompañados de dibujos que dejaban constancia de momentos importantes de sus vidas. También los frescos en iglesias y palacios y todo tipo de arte que ha ido evolucionando a través de los siglos. Y ya en la época más moderna los grafitis que podemos ver en las paredes y cierres de negocios de muchas ciudades. No sólo las pequeñas obras de arte, que algunos opinan que son, sino también aquellas que son una sencilla frase, escrita por los chavales del barrio, anunciando quien es el amor de su vida, un chiste sobre alguien o las de poetas incipientes que adornan puentes y paredes de solares.
Así es que la idea de las redes sociales por supuesto que tiene lo suyo, no vamos a decir que es una tontería, pero lo cierto es que sólo satisface una necesidad ya antigua, solo que adaptada a un soporte mucho más moderno e inmediato. En definitiva es contarlo todo, compartir lo bueno, lo malo, lo regular: tenemos ansia por tener testigos de aquello que nos ocurre.
No podemos saber si estos ancestros nuestros ya procrastinaban y dedicaban a estas tareas el tiempo que debían de utilizar para otras cosas, cazar, pescar, ir a por agua, lo que fuera. O tal vez, al no tener televisión o libros utilizaban este medio para distraerse en las largas noches de invierno. Lo que es seguro es que parece que viene de lejos ese punto exibicionista que actualmente es más visible con los soportes tecnológicos de que disponemos. Y si encima nos lo ponen facilito y nos divertimos, el enganche está servido.
Seguro que esto no pasaría con los antiguos, que lo tendrían algo más complicado con los medios a utilizar y la lentitud con la que se compartirían sus contenidos, pero en el fondo, también eran conscientes de que alguien en algún momento descubriría sus obras y diría aquello de "me gusta".
Imagen: Cayetano