Que los niños disfruten de internet con seguridad

Por Pilar, el 18/11/2015

Que los niños disfruten de internet con seguridad

Nos guste más o menos Internet forma parte de nuestras vidas, es un hecho que hay que aceptar sí o sí. Los adultos tal vez aún tengamos algún resquicio para hacer las cosas de manera diferente, pocas la verdad, pero nuestros niños ya no tienen ninguna. Han nacido en la era llamada digital y para ellos es algo natural en sus vidas. Nuestros hijos utilizan Internet para estudiar, para descargar información, a partir de la adolescencia para socializarse y para muchas otras cosas que son útiles, pero también hay mucho peligro detrás y tenemos que enseñarles a que se protejan de ello.

En primer lugar, debe haber un control por parte de los padres, bloqueando directamente los sitios que puedan ser peligrosos por su contenido. Es aconsejable que los niños consulten internet en presencia de los adultos, en la misma habitación, una buena opción para saber que están consultando y para que nos pidan ayuda si es necesario. Que lo vean como algo natural, que entiendan que no es desconfianza hacia ellos, pero que es un mundo que puede ser hostil. Esto es fundamental a edades tempranas.

En algún momento cercano a la preadolescencia nos pedirán tener una cuenta en redes sociales o sencillamente chatear con los amigos. Debemos calcular el riesgo de que esto suceda, pero en todo caso es mejor dilatarlo todo lo que se pueda. Los niños seguramente no entienden de algunas maldades que pueden hacer las personas que transitan por Internet, pero deben de ser conscientes de que las hay.

Los padres deben explicar a los menores que deben ser cuidadosos y que ante la menor duda o sospecha de algo que les resulte extraño deben decirlo a los padres. Ni tienen experiencia ni recursos para discernir lo que puede ser peligroso, en ocasiones ni los adultos los tenemos tampoco, por eso deben hablar con naturalidad con los padres. Muchas conductas de ciberacoso comienzan por la vergüenza de los menores ante algunas situaciones en las que han topado con alguien que detrás de un perfil falso ha entrado en contacto con ellos y no saben como reaccionar. Es preferible que hablen con los padres y les caiga una buena regañina y que la cosa no pase a mayores.

Deben entender que no pueden ir contando sus intimidades a todo el mundo, que no todos son amigos y que muchas veces no saben con quien están hablando realmente. Además todo lo que se sube a Internet deja una huella que le afecta a él y a todos los implicados. En un asunto serio. Preguntarles por sus amigos es una manera buena de saber con quienes hablan y con quien no, y si hay algún nombre que no nos suena de sus amistades habituales hacer las averiguaciones necesarias. Algunos dirán que es entrometerse en sus vidas, pero mejor que lo hagan los padres que no alguien que pueda hacerles mal, ¿no?

Y sobre todo, para evitar la cibercrastinación, es necesario pautarles unos tiempos para la utilización de internet. Es muy fácil empezar a buscar datos para un trabajo en la escuela y acabar navegando durante horas, o charlando con gente, sin hacer nada de utilidad... y sin hacer lo que tocaba. Calculemos un tiempo suficiente para sus consultas, para que aprendan a gestionar su tiempo, y cuando se acabe a otra actividad con la familia, o a solas y mejor que esta ya no sea a través del ordenador. Internet debe ser un instrumento para facilitar la vida, no para complicarla.

Imagen: Pascal Maramis