¿Soy mayor para competir con los jóvenes?

Por JoseV, el 13/01/2016

¿Soy mayor para competir con los jóvenes?

¿Consideras qué eres muy mayor, qué ya no tienes oportunidad de tener un buen trabajo, de hacer algo de provecho para ti o para la sociedad? No estoy de acuerdo. Yo tengo un montón de herramientas para resolver problemas. En mi ordenador, en mis manos y sobre todo en mi cabeza. Pero lo más importante no es lo que sé hacer bien, son las cosas que he hecho mal: he tropezado y caído tantas veces, que sí, mi edad es mi principal ventaja, en absoluto es un inconveniente. Porque la experiencia solo llega de la mano de la práctica y el tiempo.

La juventud raramente es una ventaja

Trabajo en un sector en el que estoy rodeado de personas mucho más jóvenes que yo. Durante una buena parte de mi carrera me he encontrado con colaboradores impresionantemente jóvenes y brillantes. Profesionales de los que he aprendido un montón, espero haberles aportado algo también, aunque lo que más he encontrado en todo este tiempo es gente mediocre, que su principal ventaja, según ellos, es que eran suficientemente jóvenes para ver cosas que los demás no puede ver, supongo que debido a su edad. En alguno de estos debates he llegado a enfadarme, reconozco mi fallo y pido disculpas por dejarme llevar por este carácter juvenil e impetuoso :-), pero la mayoría de las veces me he quedado sorprendido, no ya por lo atrevida que es la juventud, sino por lo rematadamente estúpidos que podemos llegar a ser los seres humanos. Estas personas no son capaces de desarrollar buen software, sistemas que funcionen y que los usuarios puedan usar. Y no pueden hacerlo porque sean jóvenes, no, es porque no saben ponerse en los zapatos del otro. Y sin ver las cosas desde esa perspectiva, es bastante difícil que puedan resolver problemas. Porque el colmo de la brillantez es resolver aquellos que ni los propios usuarios saben que tienen que ser resueltos. Y para eso también hay que ponerse a su nivel.

La experiencia casi siempre gana

...lo más importante para seguir adelante, no importa la edad que tengamos, son las ganas. Ganas de creer y de crear, de aprender y progresar.

La experiencia es la madre de la ciencia, un dicho cierto en la medida en que además exista una sólida base. Se puede crear ciencia, o lo que sea, solo a partir de la experiencia, pero sin duda es mucho más productivo haber contado con una buena formación y tener una cabeza bien amueblada. Esto es lo principal en casi cualquier aspecto de la vida. Da igual cual sea tu trabajo o profesión, con la experiencia vas a ganar, siempre y cuando no se trate de algo con una fuerte componente física, que ahí sí, querido amigo o amiga, casi siempre nos van a ganar de calle.

Por tanto si has cumplido algunos años y ves a esas imparables generaciones, no te lamentes, ni te asustes, porque tendrás mucho que aprender de los jóvenes, es fantástico ¿no? sobre todo de los buenos. Y probablemente tu también tendrás algunas cosas que aportar ¿no crees? Porque al fin y al cabo lo más importante para seguir adelante, no importa la edad que tengamos, son las ganas. Ganas de creer y de crear, de aprender y progresar. Las ganas, en resumen, de seguir vivo, haciendo cosas que representen alguna diferencia, para los demás, pero sobre todo para nosotros mismos. ¿Te sigues viendo mayor después de leer estas líneas?

Imagen: Paul Goyette