¿Has perdido tu tren?
Por Pilar, el 08/02/2016

Es una expresión que utilizamos a menudo cuando hemos perdido una oportunidad de hacer algo que en nuestro modo de ver, tenía ese momento concreto para hacerse. Hay veces en las que suena a excusa para tener la justificación de no actuar: como ya ha pasado la oportunidad, no hay nada que hacer... Algunas cosas que ocurren en la vida sí tienen un momento para suceder, las que están condicionadas por algún motivo biológico, ser madre por ejemplo. Pero otros cientos de ellas tienen ocasión de ocurrir en cualquier otra ocasión.
Pensemos en lo que haríamos si perdemos un tren. Si quisiéramos ir a algún sitio en ese medio de transporte o en cualquier otro, y por lo que fuera lo perdiéramos, seguro aplazaríamos el momento de ir, que no postponer definitivamente, o intentaríamos buscar otro medio alternativo. Y entonces, ¿por qué damos por hecho que no podemos hacerlo con nuestra vida en general?
¿Qué nos hace pensar que era ese tren y no otro? Porque tenemos muy claro que era en aquel momento o ya no puede ser más. Entonces era cuando teníamos las ganas, el tiempo, el dinero... y ahora ya nada de eso se da. Pero si nos paramos a pensar, tal vez dándose todas esas circunstancias tan oportunas, tampoco era El momento. Es decir, que si perdimos la ocasión de hacerlo es porque no tenía que ocurrir entonces, pero eso no impide que sí pueda pasar ahora.
Da mucha pena oir aquello de "perdí mi tren" con resignación, como si ya nada se puediera hacer. Porque damos por hecho que ya se acabó la esperanza. Y no es así mientra hay vida. Si uno planifica algo, pero las circunstancias nos llevan a posponerlo o cambiar la manera de llegar a la meta, no pasa nada. Cuántas veces nos hemos quejado por la ocasión perdida y al final haciendo una carambola, hemos llegado exactamente al mismo lugar.
No caigamos en la debilidad de dejar la responsabilidad de todo lo que no hemos hecho, a aquel momento que a nosotros nos pareció el adecuado. Tal vez era, o tal vez sencillamente nos lo pareciera, pero si queremos ser felices, y cumplir deseos y sueños, debemos intentarlo nuevamente, buscando la manera de crear nuevas oportunidades, nuevas maneras de viajar. Y si es preciso en vez de en tren, viajemos en carro, vayamos a pie, pero no echemos la culpa a algo que ya pasó y que no se puede recuperar. Si lo perdimos, ese ya no lo podemos tomar, pero hay opciones. Todo menos deshacer un equipaje lleno de sueños.
Imagen: Paul Towsand