Comida y sexo

Por Pilar, el 17/02/2016

Comida y sexo

Comida y sexo, dos artes que despiertan de manera sensual los sentidos: el gusto, el olfato, la vista. El olfato es una parte fundamental del sexo ya que se secretan feromonas a través de la piel y las mucosas, que al ser liberadas producen en la otra persona algún tipo de reacción que facilita la respuesta sexual en ambos. En cuanto al gusto, se habla de alimentos que incrementan el deseo sexual, otros que aumentan la potencia de los órganos genitales o que aumentan o alargan el placer durante el coito. Y aunque se les atribuye más poder del que de manera efectiva tienen, lo cierto es que algunos de ellos ayudan de alguna manera, por la sensación de parecerse a los propios órganos genitales, por su sabor exótico o porque al ingerirlos aumenta la temperatura corporal, aceleran las pulsaciones y se produce la sensación de estar excitados y predispuestos para el sexo.

Son algo así como el aperitivo que facilita los preliminares, para abrir el apetito antes del plato principal, pero sin perder de vista que es solamente una excusa para jugar, ya que lo erótico y afrodisíaco es la situación, la fantasía, el tiempo de preparación, las expectativas de diversión, de entrega, eso es en realidad lo que eleva la temperatura y el deseo. Lo mismo que una buena mesa que hemos decorado con gusto y con un acertada combinación de alimentos, de bebidas, que inevitablemente invitan y predisponen a disfrutar de ella. Porque comemos con los ojos y por eso es necesario estimular visualmente y excitar a quien ha de comer, lo mismo ocurre con el sexo.

La parte más erógena de nuestro cuerpo es la piel, entera y con todos sus rincones, y nuestro principal órgano sexual es el cerebro. Estimula ambos de la manera que más te apetezca y todo vendrá rodado. Déjate llevar por esos olores y sabores que emana el cuerpo de tu pareja, y haz como con la comida, que olisqueas, lames, chupeteas o muerdes. Piensa en ese deseo irrefrenable de comerte a quien quieres. La comida y el sexo funcionan de forma muy parecida, y si ponemos tanto cuidado y esmero en la primera, deberíamos hacer lo mismo con el sexo. Los dos son fundamentales en la vida y nosotros decidimos si comemos cualquier cosa, o elaboramos los platos con gusto, para repetir, para chuparse los dedos, se puede aplicar a ambos casos. Comer, comemos cualquier cosa, pero si se ha cocinado con gusto y el plato está bien presentado, nos apetecerá más, sobre todo si uno anda flojo de ganas. Nuestro cuerpo y el de nuestra pareja son un delicioso manjar, a nuestra disposición, así es que preparemos una buena mesa y disfrutemos del menú.

Imagen: Mailmaison Hotels