Munchausen digital

Por Pilar, el 15/03/2016

Munchausen digital

Las personas que padecen este síndrome, buscan básicamente llamar la atención y que la gente esté pendiente de ellas. Para ello se imaginan enfermedades para poder justificar esa necesidad de atención. En ocasiones cuando lo que quieren es ser imprescindibles en la vida de otros, provocan eso mismo en los otros para poder explicar el porqué de su presencia. Es difícil de entender el motivo por el que una persona es capaz de necesitar tanta atención y que haya personas pendientes de ellas, pero así es.Y como no podía ser de otra manera, la llegada de las tecnologías ha trasladado este tipo de síndromes al mundo digital. Y ocurre que las redes sociales son un lugar magnífico en el que encontrar ese público receptivo, en este caso a sus dolencias físicas o espirituales.

Basta con poner un sencillo fulanito se siente, a elegir: desanimado, enfadado... con el emoticono de turno y las reacciones en el muro de facebook aparecen por doquier sin tener que dar más explicaciones o detalles. Otro clásico es aquel en el que el interesado comenta brevemente lo mala que es la gente, o su última decepción. Y ya hay tema de conversación, por llamarlo de alguna manera, ya que sí es verdad que ha pasado algo, por cuestión de privacidad no va a poner nombres, y si es mentira, o una exageración de algo real, cosa más que probable, no serán cosas que tengan demasiado sentido. Otra opción que suele funcionar para atraer la atención de las personas es compartir una ubicación cuando se trata de un sitio que haga referencia a lugar poco deseado, tipo hospital, ya que inmediatamente los contactos se interesan por saber qué ocurre, en público o en privado.

Y ojo que cada uno en su muro pone lo que quiere, verdad o mentira. Pero es un recurso cuanto menos cansino, como las personas que solo aparecen para contar males y que nunca ven el lado bueno de la vida. Por no hablar de la reacción de los que consideran que su público no se ha interesado lo suficiente, y que suele motivar enseguida otro post lastimero. 

Conclusión: si piensas que abusas mucho de este recurso, intenta controlarlo. Tal vez lo único que te pase es que necesitas que estén razonablemente pendientes de ti, puede que ese sea tu único mal, aunque no es poca cosa. Pero si solo te sientes feliz y útil recibiendo atención desproporcionada y continua de los demás, y provocas cualquier tipo de situación falsa o exagerada para tenerla, empieza a gestionarlo, porque tienes un problema.

Imagen: César