¿El fin justifica los medios?

Por Diego, el 02/05/2016

¿El fin justifica los medios?

El fin justifica los medios es una de las frases hechas más conocidas y utilizadas en toda la historia de la humanidad, cuyo significado expresa algo así como si cuando consigues algo, fuere como fuere, por muy poco ético o moral que sea, si finalmente lo consigues alcanzando tu objetivo y tus propósitos, el cómo lo has hecho no importará. Esta frase puede aplicarse a cualquier escala de la vida cotidiana y a cualquier ámbito profesional, sin embargo, en su origen se enfocó especialmente de cara a la política y al mundo de los negocios.

Hablando del origen de esta expresión, fue allá por el siglo XVI cuando Nicolás Maquiavelo, uno de los filósofos y políticos más soberanos de la Italia Renacentista (de ahí la palabra “maquiavélico”), la acuñó haciendo especial referencia a la clase política de la época, curiosamente, afirmando que la moral y la ética deben dejarse a un lado si tu meta lo merece. Años más tarde, otros autores como Hermann Busenbaum, Baltasar Gracián o, incluso, Napoleón Bonaparte, se apropiaron del significado de la frase de Maquiavelo para sus propias creaciones.

Pero, ¿realmente el fin justifica los medios?

Para responder a esta pregunta tan compleja tenemos que bucear por la ciencia que estudia más a fondo el conocimiento humano, es decir, la filosofía. En este apartado, la deontología, la ciencia que estudia la ética y los actos morales, dice que una acción es “buena” o “mala” teniendo en cuenta al propio medio. Cualquier hecho inherentemente malo para el ser humano (desde el asesinato, el robo, la violación o el secuestro; hasta las mentiras, las manipulaciones o la corrupción) siempre será malo. En otras palabras, nada justifica una mala acción. Pero por otro lado, el consecuencialismo, es una rama de estudio filosófica que afirma que los fines de una acción determinan su propio juicio moral. Para éstos, más cercanos al pensamiento de Maquiavelo, todo depende del fin ya que éste siempre justificará los medios si con ello consigues tu meta u objetivo. Sin embargo, hay una corriente ética más reciente que crea un híbrido entre ambas filosofías anteriores. Éstos dejan claro que hechos tales como un asesinato o una violación jamás puede ser justificable, pero llegar a un fin concreto a través, por ejemplo, de alguna mentirijilla piadosa puede no dañar la moralidad de la acción.

Aquí tenéis la teoría que dicta la filosofía, pero en la práctica cada individuo es un mundo, esta pregunta da para un debate más amplio del que nos imaginamos. Personalmente, creo que la moralidad de una acción depende de las intenciones del individuo al realizarla. Por ejemplo, si roba con la única finalidad de conseguir dinero, mal. Si lo hace con la finalidad de alimentar a una familia hambrienta, éticamente todavía no sería correcto (ni legalmente, claro), pero sería moralmente comprensible.

Pero, ¿y se cambian las tuercas al significado de esta expresión? Pongamos un ejemplo sencillo expuesto por el biólogo Suzanne Sadedin correspondiente al mundo de la medicina. Hay un enfermo a punto de morir y un médico le trata con penicilina sin saber que el paciente es alérgico a ésta. Aquí, el hecho (intentar curar al paciente) es “bueno”; pero el fin (hacerle empeorar) acaba por ser algo “malo”. Entonces, ¿el medio justifica el fin?, ¿dónde está el límite moral de un hecho? Como he dicho antes, el debate da para millones de razonamientos distintos, básicamente uno por cada individuo que reflexione sobre ello. ¿Cuál es tu opinión?

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