Todos somos genios: las 10.000 horas no son un mito

Por JoseV, el 27/07/2016

Todos somos genios: las 10.000 horas no son un mito

Mientras preparaba un artículo sobre la regla de las 10.000 horas, me sorprendió la cantidad de referencias negativas que encontraba en la blogosfera anglófona sobre el tema. Después de leer decenas o centenares de comentarios, la imagen de los que criticaban la cifra se iba formando en mi cabeza y quedó representada por un comentario en los siguientes términos: "No he leído el libro de Gladwell. Mi marido lo ha hecho y no quedó impresionado. Ha mencionado diferentes ejemplos en los que Gladwell llega a conclusiones inexactas desde su errada lógica. Ahora gracias a tu post, si leo Outliers, lo haré con un ojo especialmente crítico". Creo que es difícil ejemplificar mejor algo más alejado del pensamiento racional.

¿Por qué la gente rebate con tanta ferocidad la regla de las 10.000 horas que plantea Gladwell en Fueras de serie? ¿Será porqué si fuera falsa justificaría una actitud más relajada frente a la vida? Si el éxito viene determinado por el ADN, por la riqueza de mis padres o cualquier otro factor externo ajeno a mi control, yo no tengo responsabilidad y puedo seguir actuando como hasta ahora.

Lo realmente interesante de este gigantesco debate global es la actitud de unos y de otros. Los racionalistas irracionales, simplemente tratan de diseccionar la cifra de las 10.000 horas y sus orígenes, cuando es obvio para cualquier persona con cierta madurez y experiencia que esa cifra es una mera referencia, aún sin un respaldo científico. Como afirmaba en el otro artículo que alguien consiga esa maestría en 5.000 o 20.000 horas no cambia en nada el hecho de que representa un enorme esfuerzo para una persona. Si además esto tiene que hacerse en condiciones desventajosas, teniendo que trabajar al mismo tiempo o con algún tipo de limitación física o de otra naturaleza, aumenta todavía más el mérito del que lo logra.

10.000 horas no es una cifra mágica como muchos de los críticos plantean, 10.000 horas en español de andar por casa significa un huevo de tiempo. Una cantidad obscena de tiempo parafraseando a Richard Gere en Pretty Woman. Porque hace falta mucho empeño para llegar al nivel de los mejores. Si dedicas un día de tu vida, descansando fines de semana, fiestas y vacaciones, serán 200 horas al año. Hacen falta 50 años para llegar a ese número de horas. Y si una hora al día para muchos es un disparate, imagínate que quieres lograrlo en 10 años. Son 1.000 horas por año, prácticamente 3 horas diarias. Y hoy en día hay muchas personas dedicando aún más esfuerzo a construir su futuro o simplemente ha hacer lo que les gusta.

La regla de las 10.000 horas no desmonta ningún mito, al contrario. Lo que es esperanzador y liberador, es que cualquiera tiene posibilidades de lograr prácticamente cualquier cosa que se proponga. Como consuelo para los que ponemos menos empeño recuerdo que en 100 horas se puede alcanzar un buen dominio de algunas actividades y que en 1.000 puedes ser un profesional más que competente. Dos metas mucho más asequibles para el humano medio, entre los que me incluyo.

Imgen: J Brew