Phubbing o el arte de ignorar al otro

Por Pilar, el 12/08/2016

Tardes de verano, en la que puedes encontrar con facilidad a grupos de chicos y chicas sentados en una plaza o en cualquier lugar donde haya escalones. Una estampa nada extraña que sigue siendo habitual desde nuestros tiempos de adolescencia. La diferencia es que antes comíamos pipas, contábamos anécdotas, y los más adelantados hacían ojitos tiernos entre ellos. Ahora los chavales están con su móvil en la mano, chateando por whatsapp con otra u otras personas que no son las que tienen al lado.

Aún no hay una definición en español para esta conducta que se va arraigando con fuerza entre las personas, pero básicamente consiste en prestar más atención al smartphone que a la persona o personas con las que hemos quedado. Quedas a comer con alguien, a tomar café, y un porcentaje importante de ese tiempo lo dedicas a dar un vistazo al teléfono aunque no vibre, por si acaso, por si alguien necesita tu ayuda para salvar el mundo y tienes que salir corriendo. Por simpatía o por imitación tu o tus acompañantes acaban haciendo lo mismo, por no quedarse mirándote sin hacer nada, y cuando levantas la vista y los ves mirando su móvil, decides seguir porque te sabe mal interrumpirles, se te ha olvidado completamente que has empezado tú este círculo vicioso. Si ya te enredas y te pones a mirar correos, prensa o cualquier cosa, puede darse el caso de que esa comida o café para charlar se convierta en un grupo mirando el teléfono que solo levantará la cabeza cuando uno decida destrozar  ese delicioso momento pidiendo la cuenta al camarero, que total para hablar se puede chatear luego si eso...

Si ves que no es bastante con dejarlo en vibración, apágalo, y sobre todo pon toda tu atención en la persona con la que has quedado. Más que nada porque es absurdo quedar con alguien en vivo con uno y acabar hablando con otro por teléfono. De ser así, chatea desde casa y te ahorras el esfuerzo de tener que arreglarte para salir. Que lo de hablar o chatear también es una manera de comunicarse, pero con cada persona lo haces de una manera y en un tiempo. En el chat puedes continuar luego, seguro que no es tan urgente, y si te necesitan para rescatar al mundo, tranquilo que te llamarán por teléfono. Mientras disfruta de esa comida o café. 

Foto: Clarin.com