Enseñar a nativos digitales
Por Pilar, el 18/01/2017

Los nativos digitales, los niños actuales tienen un reflejo innato para entender la tecnología, es como una continuación del resto de sus sentidos. Para los adultos es algo que tenemos que aprender, ya que no hemos crecido con ello. Los niños están sobreestimulados de señales electrónicas y audiovisuales, así es que lo que no haga ruido o sea un derroche visual no es digno de su atención, es como si no existiera. Lo que no se ajuste a estas características no les resulta atractivo, les parece lento. En lo referente a la tecnología, nada les resulta sorprendente, su mundo siempre ha sido así, mientras que alguno de nosotros aún lo calificaría como magia...
A un gran porcentaje de jóvenes les resulta aburrido leer, se agobian con textos largos, intentan buscar un camino más corto para hacerlo, muchas veces sin entenderlo. No quieren gastar más tiempo del que emplearían en un post de Facebook con abreviaturas y emoticonos.
Y sin embargo tienen acceso a la cultura, a la información, a un golpe conexión a Internet, con medios menos aburridos que los tradicionales, como serían las tablets o ebooks, pero a pesar de ello, prefieren hacer otras cosas. Y eso no los convierte exactamente en ignorantes, sino que aprenden de otra manera diferente a la que lo hicimos nosotros. Los textos de sus libros tienen frases resaltadas en negrita, cuadrados donde se recalca lo más importante, se les da todo listo para digerir... esas tareas nosotros a la misma edad de ellos, debíamos hacerlas nosotros mismos, leer, releer, subrayar, resumir, y estudiar.
Hacer trabajos para algunas asignaturas suponía ir a la biblioteca, consultar varios libros y elaborar un escrito con los datos obtenidos. Hoy esa información se encuentra en abundancia colgada en Internet, incluso multitud de trabajos ya hechos, que ligeramente tuneados uno puede hacer pasar por propios, sin tener que esforzarse en redactar o preocuparse por las faltas de ortografía.
Esa facilidad de acceso y abundancia de información, tan sencilla de obtener, inmediata, con respecto a la que teníamos nosotros, es una gran ventaja. Y hay que utilizarla a favor de nuestros hijos, porque es imposible que no usen la tecnología, ni que lo hagan menos. Es más sencillo pensar cambiar el concepto que se tiene de los trabajos, la investigación, y la forma de presentación de las tareas. A nosotros nos hubiera sido muy complicado hacer un trabajo en formato vídeo. Ellos lo tienen al alcance de la mano y les resulta seguramente más fácil que redactar un trabajo formal. Si los tiempos, los medios y los niños cambian, también la escuela y los métodos deben hacerlo.