Entrevista a Richard Gerver: las escuelas y las clases deberán ser más flexibles

Por Justina, el 15/06/2012

Entrevista a Richard Gerver: las escuelas y las clases deberán ser más flexibles

Para Richard Gerver, experto británico en Educación, y ganador del premio al Mejor Director del año, las clases deberían ser más flexibles y los profesores deberían ser más facilitadores que controladores. Una charla enriquecedora con quien logró transformar una escuela conflictiva en la más innovadora de ese país.

La era en la que el profesor todo lo sabía, y los alumnos no hacían más que escuchar y tomar nota es cosa del pasado. Hoy, gracias al avance de la tecnología, los jóvenes adquieren conocimientos todo el tiempo en todos lados y no se puede esperar que los profesores lo sepan todo. A ellos les toca, sí, guiar, facilitar, ayudar a los estudiantes a traducir en aprendizaje conceptos complejos. Así lo asegura Richard Gerver, autor de Crear hoy la escuela del mañana, que se hizo famoso cuando convirtió un colegio conflictivo del Reino Unido, el Grange Primary School, en ejemplo de innovación. Esto le valió el premio de Mejor Director del Año. “El modelo estandarizado de educación no funciona, ya que no podemos esperar que todos los niños aprendan lo mismo al mismo tiempo y de la misma manera”, sentencia el experto británico. Y continúa: “Las escuelas deben ser más flexibles, pertinentes, y preparar a los jóvenes para un futuro incierto, en el que deberán labrarse sus propios caminos y puestos de trabajo, y no esperar a que se los den”.

“Las escuelas y las clases deberán ser más flexibles; tendrán que ser lugares donde los niños aprendan en colaboración y en distintos grupos. También debería hacerse un uso mucho más maduro de la tecnología; que los estudiantes usen sus propios dispositivos para comunicarse, investigar y colaborar. Las escuelas también necesitan ser centros de aprendizaje;las comunidades como un todo deben involucrarse de forma más directa en la educación de los niños: los padres, las empresas, las organizaciones sociales, espirituales y caritativas"

¿Cuál cree que fue la clave del éxito del caso Grange? El éxito de Grange se debió a que aplicamos el claro principio de que el sistema debía adaptarse a los niños y no forzar a los niños a adaptarse al sistema. Queríamos aplicar un sistema que ayudara a nuestros chicos a desarrollar sus aspiraciones y valores, y lo hicimos a través de experiencias que fueron relevantes y ricas, que sustentaban el desarrollo de capacidades y competencias claras.

¿Cómo imagina una clase del futuro? Lo que deseo es que sean más orgánicas. O sea, que no consistan en números fijos de estudiantes a quienes se pone juntos por el hecho de que tienen la misma edad. Tampoco, que estén sentados en un cuarto mirando a un profesor que les dice ¡qué deben aprender y cómo deben hacerlo! Las escuelas y las clases deberán ser más flexibles; tendrán que ser lugares donde los niños aprendan en colaboración y en distintos grupos. También debería hacerse un uso mucho más maduro de la tecnología; que los estudiantes usen sus propios dispositivos para comunicarse, investigar y colaborar. Las escuelas también necesitan ser centros de aprendizaje;las comunidades como un todo deben involucrarse de forma más directa en la educación de los niños: los padres, las empresas, las organizaciones sociales, espirituales y caritativas.

Destaca la importancia de la colaboración en la educación. ¿Por qué? La educación alcanza su máximo esplendor cuando compartimos. El proceso creativo depende de la colaboración. ¿Habrían sido tan buenos los Beatles si Lennon y McCartney no hubieran escrito y tocado canciones juntos? Si se observa a las mejores compañías del siglo XXI, son fruto de un proceso de colaboración: Apple con Jobs, Wosniak e Ives y Google con Page y Bryn.

En este escenario, ¿qué rol les toca a los profesores? Los profesores son expertos en traducir conceptos complejos en aprendizaje. Ya no se debería esperar de ellos que posean todo el conocimiento, sino que actúen como facilitadores. El trabajo implica empowerment (dar poder), no control. Dedicamos tanto tiempo a decirles a los niños lo que deben hacer y cómo deben hacerlo que se convierten en dependientes de otros. El darles poder debería ayudar a los jóvenes a desarrollar una creencia en quiénes son y qué son capaces de hacer. También, a desarrollar sus propias aspiraciones y valores.

¿Están los jóvenes preparados para afrontar estos cambios? Es difícil contestar a esa pregunta, ya que depende de cada profesor en particular, pero lo que sí sé es que debemos cambiar la preparación que reciben los profesores y, también, buscar profesores más emprendedores, que son quienes pueden personificar el cambio.

¿Qué podríamos hacer para que las escuelas les resulten más atractivas a los jóvenes de hoy? Debemos hacerlas relevantes y conectarlas con las vidas de los niños y con sus aspiraciones. Todos los niños viven en el ahora, así que el aprendizaje debe importarles en el hoy, y no solo porque les decimos que les puede servir cuando crezcan.

Usted dice que en educación no se trata del final del viaje, sino de lo que se hace durante ese viaje. ¿Qué significa esto? El futuro es tan incierto que ya no podemos predecir nuestros caminos, puestos de trabajo o estilos de vida. Si lo que hacemos es centrarnos siempre en exámenes y en preparar a los niños para las notas, estamos cerrando las oportunidades y los viajes enriquecedores que el aprendizaje debería ser. Si el viaje vale la pena para ellos, los niños lograrán mucho más que lo que alcanzan con las acotadas medidas de los exámenes y las notas. Aprender se trata de explorar y descubrir, no de recordar ciertos datos el tiempo suficiente para que se los pueda evaluar.

¿Están, entonces, obsoletos los exámenes y las notas? ¿Cómo deberíamos evaluar a los estudiantes? No, los exámenes y las notas no están obsoletos y siguen siendo una herramienta válida de evaluación. El problema es que son las únicas herramientas utilizadas porque con ellos se obtienen cifras que son fáciles de reflejar. Lo cierto es que necesitamos una más amplia variedad de métodos que permitan sostener y entender el desarrollo de los jóvenes, sobre todo de algunas de las competencias críticas que necesitarán para crecer en el futuro.

¿Por qué no funciona más el modelo estandarizado y tradicional de educación? La estandarización nunca funcionó bien, ya que supone que todos los niños son idénticos, aprenden las mismas cosas de la misma manera y al mismo tiempo. Los hombres somos seres complejos. El problema de la educación en masa es que solo descubre y nutre al académico, que, si bien es importante, no es el único tipo de persona. No nutre a las personas creativas, emprendedoras, inteligentes emocionalmente, que son quienes dispararán los modelos futuros de éxito global.

Dice, también, que no podemos educar más para un mundo de certezas… Necesitamos crear una generación que esté entrenada para crear sus propios caminos y puestos de trabajo, y no que espere a que le den uno. Las cifras crecientes de desempleo juvenil resaltan esto.

Muchos dicen que los jóvenes pasan demasiado tiempo en Internet y las redes sociales. ¿Esto es necesariamente malo? No. El mundo virtual es un mundo diferente del nuestro, pero juega un papel vital en el desarrollo de los ciudadanos del siglo XXI. Como todo, tendría que ser parte de una experiencia más amplia y no deberíamos condenarlo solo porque no lo entendemos.

¿Cómo deberían las escuelas manejar las tecnologías? ¡Deberían empezar por preguntarles a los estudiantes cómo se podrían usar!

¿Qué le parece la enseñanza vía YouTube, como lo que hace la Khan Academy? Engancha y está probado que funciona,así que ¡encontremos la manera de utilizar la experiencia y llevarla a más de nuestros niños!

¿Cree que llegará el día en que las tecnologías reemplazarán al libro como la principal herramienta de enseñanza? Pienso que ya lo han hecho, fuera del aula. Creo que incluso los estudiantes de posgrado utilizan Internet como su primer punto de referencia y de investigación. Los libros siempre tendrán importancia y adoro su calidad táctil, pero con la explosión de los libros electrónicos y de la interactividad digital, hemos sido testigos de un realce del libro, que se seguirá desarrollando el próximo siglo. El peligro es creer que, porque se inventó antes que la computadora, el libro es de alguna forma mejor. En realidad, fue la versión siglo XIX de comunicar información y difundir narrativa.