Cómo tomar decisiones

Por Pilar, el 02/08/2017

Cómo tomar decisiones

Difícil cuando la ocasión es importante y puede afectar a la vida. ¿Qué debes hacer? ¿Cómo sabes que será lo correcto? No lo sabes, nadie lo sabe. Tal vez ahora te parece la solución perfecta y después ves que es el error más grande de tu vida. 

Y, ¿a quién haces caso, al corazón o al cerebro? Elegir supone dejar al menos otra opción de lado, y generalmente si tienes que estudiarlo, es porque ninguna de las opciones complace todas las necesidades. Una buena manera de empezar a descartar opciones y dejar el asunto entre dos finalistas, es hacer una lista de lo irrenunciable o indispensable, y ver en qué opción se encuentra. Luego, después de este proceso racional, contempla tu entorno y mira si hay algo o alguien que puede darte pistas. Es posible que puedas encontrar más opciones donde menos lo esperas. Sin hacer locuras innecesarias, haz caso de la intuición, de esa voz que te dice, a veces contra la más elemental de las lógicas, qué es lo más adecuado.

Aún así, no descartes tampoco aquello que te parece menos lógico, menos apetecible, porque también puede tener posibilidades interesantes. No serías ni la primera ni la última persona que después de tenerlo todo bien atado se decide justo por lo contrario que pensaba hacer a pesar de no parecer lo más indicado. Es positivo hablar con otras personas, incluso aunque no te conozcan demasiado, teniendo siempre claro que se trata de tu decisión, de tu vida.

No te eternices decidiendo, date el tiempo necesario, ni un minuto más. ¡Y no tengas miedo a las consecuencias! Nadie sabe si las cosas van a salir bien o mal, incluso en el mejor y más predecible de los escenarios, imagina en la vida... Decidas lo que decidas, estará bien, y si con el tiempo resulta que no es así, sencillamente te encontrarás en otro punto en el que tendrás que tomar decisiones de nuevo. Y así toda la vida...