¿Basta con que los niños sean felices?

Por Pilar, el 17/08/2019

¿Basta con que los niños sean felices?

Claro que sí, ese es el deseo de cualquier adulto con respecto a los niños: que disfruten de las cosas buenas de la vida, que sean felices. El problema es que posiblemente el resto del mundo no tenga los mismos buenos deseos y si nuestros niños no son resolutivos, no tienen capacidad de adaptación, lo van a tener complicado. Para que un niño sea feliz hacen falta cosas básicas: disfrutar de la compañía de los padres, estar a gusto en el colegio, estudiar, tener tiempo para jugar, estar bien atendidos. Cosas que a priori todos queremos que tengan.

Pero, ¿qué ocurre con los problemas? Puede que en el cole haya algún niño que les haga rabiar algo más de lo razonable, que se sientan frustrados porque no sacan buenas notas, o les agobie hacer deberes en casa. Si evitamos que pasen por experiencias que no les gustan o les solucionamos todos los problemas ¿no les estamos quitando el entrenamiento que a su nivel han de tener para la vida?

Los niños tienen que aprender a defenderse cuando alguien se mete con ellos, tienen que estudiar aunque no les apetezca y tienen que tener una rutina. Al margen de que sea el sistema más adecuado o no, pero es un pequeño anticipo de lo que será luego la vida.

Por eso no basta con que los niños sean solo felices. La felicidad no es hacer todo lo que uno quiere. Ni en un mundo ideal se daría algo así, siempre que lo que uno desea lo quiera también otro, ya tendríamos lío. La felicidad es salir adelante, buscar el propio camino y para ello, por desgracia hay dificultades que superar. La mejor manera de aprender cómo hacerlo es desde pequeños, aunque suponga menos tiempo para jugar, responsabilidades adaptadas a la edad, e ir poco a poco introduciéndose, ya que es totalmente inevitable, en el mundo de los adultos.