Qué es la Disciplina Positiva. Orígenes
Por Pilar, el 12/11/2019

La educación es una tarea compleja
Educar a los niños es sin duda una tarea complicada. ¿Cómo hacerlo para no castrar su personalidad , inculcarles valores humanos y sociales y a la vez corregir sus malos comportamientos?
Alrededor de este complejo proceso surgen escuelas, que valoran más unos conceptos que otros basándose en principios psicológicos, sociales o filosóficos
¿Qué es la disciplina positiva?
Jane Nelson y Lynn Lott sistematizaron la disciplina positiva, basándose en las ideas de Alfred Adler y Rudolf Dreikus. ¿Quiénes eran?
Alfred Adler
Alfred Adler nació en Viena en 1870. Se le considera el fundador de la Psicología Individual. Fue un niño enfermizo que estuvo a punto de morir de una pulmonía cuando tenía cinco años. Parece ser que en ese momento es cuando que de mayor quería ser médico. Pasó de ser oftalmólogo a la medicina general y posteriormente a la psiquiatría. El contacto con los empleados de un circo cercano le llevó a reflexionar sobre la inferioridad física y la compensación que se desarrolla para paliarla. En algunos momentos estuvo cerca del círculo de Freud aunque no terminó de compartir totalmente sus teorías.
Adler definió conceptos como los complejos de inferioridad y superioridad y su pedagogía tiene como objetivo desarrollar la cooperación para superar la inferioridad percibida por cada persona.
¿Qué es el complejo de inferioridad y superioridad?
El complejo de inferioridad es un sentimiento que hace una persona crea tener menos valor que los demás. Esta percepción suele ser inconsciente y hay una tendencia a sobrecompensarlo. Y al hacerlo puede darse que el individuo supere obstáculos y consiga éxito o por el contrario desarrolle un comportamiento esquizotípico severo. Un sentimiento así, en su justa medida, sirve para motivarse y alcanzar objetivos positivos, es un incentivo, pero si se desarrolla demasiado es peligroso, ya que se instala el desánimo.
Para Adler, el complejo de superioridad es debido al proceso de transferencia que intenta esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser superior a los otros en algún aspecto. Se produce por un sentimiento de inferioridad que no se ha exteriorizado, que no se ha resuelto.
De alguna manera, para compensarlo, se genera un comportamiento de superioridad, que no adquiere quien no se siente inferior o tiene claramente alguna cualidad con en la que destaca sobre los demás. El complejo de superioridad también aparece de forma inconsciente como forma de compensar el sentimiento de inferioridad del individuo, que intenta resaltar las cualidades en las que es sobresaliente.
Para Adler se puede hablar de complejo de superioridad si se da la condición necesaria para hablar de que previamente haya una percepción de sentimiento de inferioridad, no basta con tener un comportamiento aparentemente prepotente.
Adler se interesó mucho por el comportamiento de los niños, a los que describió como naturalmente inferiores, que están fantaseando continuamente con el deseo de ser mayores. Entendió que pueden desarrollar un complejo de inferioridad respecto a su capacidad de hacer cosas, lo que puede repercutir en su maduración y personalidad.
Varias circunstancias pueden hacer que un niño tenga una vida fallida. Por ejemplo, algún tipo de discapacidad o una enfermedad grave que los convertiría en el centro de atención de los demás, haciendo que se sintieran inferiores, o al revés, reclamen más atenciones de las necesarias. En su opinión, un niño que piense que no tiene valores, se vuelve egocéntrico y desconfiado.
También puede ocurrir que los niños adopten una actitud de consentimiento, que les lleva a pensar que merecen todo sin hacer nada a cambio. Este sería un niño mimado que no es capaz de hacer nada por su cuenta y que aprovecha su inferioridad para generar odio hacia los demás o un comportamiento despota y autoritario.
En cuanto a la postura de los adultos, Adler pensaba que un entorno autoritario basado en el castigo no generaba el ambiente adecuado para propiciar un cambio en el comportamiento de los niños. En su opinión, la manera de favorecer un buen ambiente era establecer un orden, una estructura, acompañadas de la responsabilidad adecuada para contribuir a su comunidad.
Consideraba fundamental entender el problema que realmente afectaba al niño para tener opciones reales de ayudarlo a él y a su entorno. Estaba convencido de que cada ser humano desea formar parte de una comunidad y aprender las habilidades necesarias para contribuir a su desarrollo fomenta la salud mental de todos. Adler pensaba que la cualidad de imperfección ayuda a crecer y aprender como ser humano.
Rudolf Dreikus
Rudolf Dreikus también nació en Viena en 1897. Psiquiatra y educador, desarrolló la teoría psicológica de Adler. Se dedicó a elaborar un método para comprender los propósitos del comportamiento reprensible de los niños y la manera de estimular la conducta cooperativa, sin utilizar ni castigos ni recompensas. Los esfuerzos se tendrían que centrar en que el niño entienda que su contribución es valiosa para el grupo al que pertenece.
En opinión de Draikus, un niño se comporta mal cuando tiene un sentimiento de carencia respecto a su pertenencia al grupo social. Entonces se enfoca en lo que denominó metas erróneas, como poder, atención, venganza, evitación. Por ejemplo, intenta llamar la atención y si no lo consigue con lo que estaba haciendo, la buscará comportándose o de una manera muy buena o muy mala, y utilizará el poder que tiene para hacer o no hacer algo para captarla. Si no consigue su propósito utilizando el poder pasará a la venganza y si eso tampoco funciona acabará por sentirse poco válido.
La Disciplina Positiva
Bbasándose en estos conceptos Jane Nelson y Lynn Lott plantearon la Disciplina Positiva, un método de educación que busca entender el comportamiento de los niños para con amabilidad y firmeza educarles de forma positiva y efectiva, respetuosa con el menor y los adultos implicados en la educación. Se trata de compaginar las necesidades de niños y adultos porque descuidar las de los adultos fomenta la dependencia y la falta de valentía y olvidar las de los niños la sumisión, el miedo y la rebeldía.
La Disciplina Positiva busca la colaboración con el niño, para enseñarle competencias básicas en la vida, sin establecer un control excesivo, pero sin permitir la permisividad.
En qué se basa la Disciplina Positiva
Los niños se portan mejor cuando se sienten bien
Educar a base de gritos y amenazas no es más efectivo, solo consigue crear un mal ambiente, para padres e hijos. Es mejor utilizar la corrección como recurso.
Si se pide algo a un niño, los padres deben dar ejemplo
La mejor manera de transmitir algo a un niño es haciéndolo, ponerlo como ejemplo. Es mucho más educativo y coherente exhibir el mismo valor que se quiere inculcar al niño.
Para que un niño sea responsable debe tener responsabilidades
Hay que enseñar a los niños a que hagan las cosas que puedan y deben hacer por sí mismos. Es la manera de aprender competencias y desarrollar sentido de responsabilidad y confianza en sí mismos desde pequeños. Así es como llegan a sentirse importantes.
Los errores son un aprendizaje
Es importante que los niños sepan cómo enfrentarse a la frustración y al fracaso para tener una vida feliz. Son situaciones a las que en algún momento van a tener que hacer frente y es bueno que entiendan que los errores son oportunidades fantásticas para aprender.
Motivación sí, elogios no
Nelsen hace una distinción importante entre motivación y elogio. A largo plazo la motivación favorece la confianza en uno mismo, mientras que el elogio hace que la confianza dependa de la reacción y la alabanza de los demás.
No hay que renunciar a los límites
La Disciplina Positiva descarta los castigos, aunque eso no significa que no se marquen límites. Los castigos no son la única manera de limitar los comportamientos disruptivos. Un castigo suele tener efecto a corto plazo, pero son engañosos, porque las repercusiones a largo plazo son negativas, recuerda Jane Nelsen. Centrarse en las soluciones y usar correctamente las consecuencias lógicas y naturales son algunas de las alternativas que propone la Disciplina Positiva.
¿Qué hay detrás de la mala conducta?
Se parte de la premisa de que un niño que actúa de forma inadecuada está en realidad enviando un mensaje, que los adultos deben comprender. Se trata de ver qué hay detrás, actuar sobre la creencia errónea, que es la base del problema y no la conducta en sí.
En definitiva lo que persigue la Disciplina Positiva es educar niños que se sientan capaces, ayudándoles a sacar sus mejores habilidades y enseñándoles a aprender de los errores. Cuando hay algún problema se buscan las soluciones, no los culpables, escuchando al niño y entendiendo cuál es el problema real, más allá del comportamiento inadecuado. Un modelo de crianza que busca motivar más que castigar.