Trucos para sacar provecho a tu memoria

Por Pilar, el 01/05/2020

Trucos para sacar provecho a tu memoria

La memoria es una capacidad del cerebro que permite que pueda almacenar y recuperar información pasada. Es una aptitud que se tiene desde el nacimiento, pero que se puede estimular. Si estás estudiando en esta época de tu vida, te vendrán bien algunas recomendaciones. 

Para estudiar bien y estar fresco es necesario descansar bien, dormir las horas adecuadas. Sobre todo en época de exámenes. Es muy beneficioso dormir una pequeña siesta antes de seguir metiendo datos en tu cabeza. Olvida eso de dormir poco, tomar mucho café y repasar todo la noche de antes. Lo que ya está bien fijado en tu cabeza se volverá a mezclar si empiezas a marear conceptos.

Huelga decir que hay que evitar cualquier tipo de distracción que te impida focalizarte en lo que estás haciendo, estudiar. Busca un entorno adecuado, tranquilo, con luz adecuada. Si te pones a la tarea y algo comienza a rondarte la cabeza, lo que sea, apúntalo en un papel. Te servirá para recordarlo después y con ese sencillo gesto, dejará de molestar en tu cabeza y podrás seguir adelante. 

Y muy importante, pese a lo que se diga por ahí, no intentes hacer varias tareas a la vez. Una cosa tras otra. Es imposible atender a varios asuntos dedicándoles la atención necesaria a cada uno.

Para memorizar conceptos, ideas, cualquier cosa las reglas mnemotécnicas son un clásico. Consiste en crear una palabra aparentemente sin sentido, una frase sencilla que te permita recordar. Por ejemplo, la fórmula del interés compuesto es Interés = Capital x Rédito x Tiempo. Si te fijas en las iniciales C R y T, sale una palabra que facilita el recuerdo: CARRETE.  

Utilizar recursos visuales para memorizar conceptos. A esta técnica se la conoce también como los palacios de la memoria. Se trata de relacionar las estancias de una casa y lo que hay dentro de ellas con los conceptos a memorizar. Imagina que necesitas recordar una lista de ciudades. Tan sencillo como pensar en un objeto, una figura, un cuadro, que haya en la habitación que se relacione con cada una. Si no lo hay, puedes relacionar la distribución de la casa con el mismo orden geográfico que tienen las ciudades. 

La técnica de loci es parecida, pero utiliza un recorrido en vez de una casa, para hacer el proceso anterior. Se trata también de hacer asociaciones de lugares que se encuentran en ese camino con el contenido que se tenga que memorizar. Imagina que al ir al gimnasio tienes una panadería francesa, con un número, que te permita memorizar una fecha de la revolución francesa, enfrente un local con un nombre que se parezca al de algún personaje de la historia, y así con cualquier otro negocio o detalle que se presenten en tu itinerario.

Es importante hacer un buen resumen, para captar las ideas más importantes. Piensa cómo contarías lo que tienes que memorizar si fuera la reseña de un libro o película, en la que sí puedas hacer spoiler. Te servirá para contar lo fundamental y a partir de ahí ir añadiendo los demás detalles.

También puedes inventar una historia, como si fuera un cuento, con los personajes de la historia, los lugares, los hechos más importantes, todo lo que te permita armar un relato consistente al que ir añadiendo poco a poco detalles. 

Una variante es que imagines que eres profesor, que eres tú el que da las clases, o que le explicas a tu padre lo que estás estudiando. Así será más fácil recordar, al enseñar a otro. 

Y sobre todo, recuerda que memorizar necesita un tiempo, así es que tómatelo con calma y ve paso a paso.

Imagen: eugenio mazzone