Cómo prevenir la obesidad infantil
Por Pilar, el 11/11/2020

La Sociedad Española de Cardiología advierte de que cerca del 40% de los niños españoles entre 3 y 8 años tienen sobrepeso, un 26% u obesidad 19%. Aún más, entre los 3 y 24 años, un 34% de la población también la padece. La OMS coloca a España en uno de los países europeos con tasas más altas de prevalencia en obesidad infantil y juvenil, situándola en un 14,2 por ciento. Una cifra que aumenta a pesar de todos los esfuerzos que se hacen para prevenirla.
Tener algo más de peso del que corresponde en otros tiempos se veía como sinónimo de salud, pero lo cierto es que no es así, por la propia obesidad y porque lleva asociadas otras enfermedades. En la infancia y adolescencia y despúes, porque normalmente un niño obeso tendrá problemas de salud cuando sea mayor.
Entre las consecuencias de la obesidad que se sufren en la edad adulta están la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, artrosis y algunos tipos de cáncer, de colon, pecho y endometrial.
Cómo prevenir la obesidad infantil
Salvo que se trate de algo genético, prevenir la obesidad infantil requiere un cambio de hábitos en la alimentación y en el estilo de vida.
Hábitos alimenticios
A los niños les encanta la comida basura, entra por la vista, por el olor y por la publicidad. Se asocia a salir de casa y a la diversión, pero los precocinados, las chucherias y demás no pueden ocupar más que un lugar ocasional en la dieta. Hay que fomentar la ingesta diaria de legumbres, frutas y verduras. Además hay que tomarse el tiempo necesario para comer y masticar despacio y correctamente.
Comenzar el día con un desayuno equilibrado
Desayunar todos los días es un hábito saludable. Empezar la jornada ingiriendo en la comida más importante del día hidratos de carbono, lácteos y frutas tal cual o en zumo es fundamental. Y por supuesto no olvidarse de hacer cinco comidas al día, también de forma equilibrada para completar las necesidades alimenticias de los chavales.
Evitar el exceso de azúcar
Evitar el consumo excesivo de azúcar es importante para prevenir la obesidad, empezando por los refrescos y por la bollería industrial. Mejor acostumbrar a los niños a beber agua y sustituir la bollería industrial por fruta o lácteos o un bocadillo de toda la vida, sin abusar. Además de ser bueno para la salud en general, favorecerá el cuidado de la dentadura.
Fomentar la actividad física
Los chavales tienen que hacer algún tipo de actividad física en la escuela, pero también en el entorno familiar. Siempre que sea posible ir caminando a la escuela, utilizar las escaleras en vez del ascensor y aprovechar los fines de semana para incrementar el ejercicio, que tal vez a diario no sea posible.
Para evitar que los chavales estén sentados más que el tiempo necesario para hacer los deberes, hay que limitar a unas dos horas el uso de dispositivos. Son muy atractivos, y en ocasiones muy cómodos para los propios padres, pero es preciso que sigan teniendo la actividad propia de la infancia, jugar, estar con los amigos o la familia. Que aprendan a cocinar o acompañen a la compra es una manera de que conozcan más los alimentos que consumen y sus beneficios.
Buen descanso
Es necesario que duerman bien y las horas precisas, para que estén descansados y despejados. Por supuesto, que el tiempo con los dispositivos no sea en el último momento del día, en el que ya en la cama, pueden aprovechar para leer diez o quince minutos. Evitará alteraciones y fomentará un sueño agradable.
Y aún así recuerda, que de vez en cuando no pasa nada si la dieta es menos saludable, una excepción no romperá los buenos hábitos que evitan la obesidad infantil.