Gaslighting, no dejes que te apaguen

Por Pilar, el 28/04/2021

Gaslighting, no dejes que te apaguen

Gaslighting, o luz de gas, es una forma de abuso en la que se manipula a la víctima para hacer que dude de sí misma en cualquier aspecto. Su nombre viene de la obra de teatro del mismo nombre, del autor Patrick Hamilton de la que se hizo una adaptación al cine. En la obra, un hombre manipula a su esposa para hacerle creer que está loca, utiliza para ello las luces del hogar, hasta tal punto que no quiere salir de su casa y vive constantemente amenazada con ser internada en un psiquiátrico. Todo ello para conseguir una fortuna escondida en la casa.

Normalmente en la vida real las tramas no suelen estar tan elaboradas, pero es fácil encontrar este tipo de manipulación en las relaciones. Siempre que ante una queja, una observación parezca que el que todo lo hace mal eres tú mismo, es posible que estés enfrentándote a este tipo de abuso.

¿Por qué nos dejamos manipular? 

Si tienes confianza en tu pareja, tu familia o tus amigos, es relativamente fácil que su opinión te importe y mucho. Eso mismo puede hacer que en vez de enfadarte o enfrentarte a ellos ante cualquier desavenencia, pienses que tal vez tienen razón. Y cuando eso ocurre de seguido una y otra vez, dejas de ser tú mismo para convertirte en una marioneta. Es más, el manipulador seguirá haciendo su trabajo alejándote de cualquiera que tenga influencia sobre ti y al que puedas hacer caso, y te advierta de lo que está ocurriendo.

La persona que sufre este abuso, duda de sí misma, de su capacidad para escoger la opción correcta, de su memoria, de su estado mental. Esto hace que su autoestima esté por los suelos, sin que sea consciente de que lo que ocurre no es real, que se le está induciendo para ser más fácilmente manipulable.

¿Cómo saber que te están manipulando?

  • Antes o después aparece el sentimiento de infelicidad
  • De forma inconsciente disculpas el comportamiento del manipulador, dejas de ser sincero y llegas a mentir para maquillar la situación
  • Te sientes mal constantemente y dudas de tu capacidad de pensar o actuar y llega un momento en que eres incapaz de decidir nada por ti mismo
  • Tienes la sensibilidad a flor de piel 

Es una manipulación muy sutil pero que va dejando pequeñas señales

¿Cómo evitar que te manipulen?

No busques la aprobación de nadie. Nada ni nadie te obliga a pensar como los demás, no es algo que se tenga que discutir. Si no estás de acuerdo con tu pareja, amigos o familia tienes que poder decirlo sin que pase nada por ello. Lo que cada uno piensa es algo que nadie puede cuestionar.

No menospreciarse. Instintivamente puedes caer en la tentación de pensar que al no actuar como se espera de ti, te conviertes en una persona menos válida. No es así, hay que defender con valentía las propias decisiones y pensamientos. Cada vida es única y merece respeto.

Aprende a decir no. Es preciso marcar unos límites, porque intentar satisfacer a todo el mundo es agotador y castrante. Puedes aceptar opiniones, consejos, pero no la falta de respeto cuando no coincide con tu entorno. 

Si notas que pasa todo esto, no eres feliz y mientes para ocultarlo está pasando algo feo. Haz caso a tu intuición. Piensa cómo ocurren las cosas, asegúrate de que lo que dices se entiende tal como esperas, y si es preciso apúntalo o grábalo para no dudar de ti mismo. 

Si el resultado de analizar tu vida y tu relación con los demás es que te están manipulando, ya es un principio para comenzar a trabajar y dejar que eso ocurra. Aléjate de la gente tóxica, que no te aporta nada y te destruirá. No puedes esperar que todos te den la razón siempre en todo, que no haya polémicas en tus relaciones, pero tiene que haber libertad y tranquilidad para poder hablar sinceramente, ser tú mismo y decir no sin que pase nada por ello.

Imagen: Drew Hays