Los hijos vienen sin manual de instrucciones

Por Pilar, el 15/09/2022

Los hijos vienen sin manual de instrucciones


Los padres no tienen un manual de instrucciones para criar a sus hijos. Cuando se convierten en padres, se encuentran con una criatura que no viene en blanco, porque aunque no lo parezca ya tiene su propia personalidad, pero sobre la que van a influir con la educación que le den. 

No hay una forma única y definitiva de hacerlo, hay tantas combinaciones como hogares, circunstancias, niños y adultos hay en el mundo, así es que los padres deben decidir cual es la más adecuada según su forma de entender el mundo y la educación. 

Hay modos de educación más permisivos que otros, padres que creen que los niños necesitan apenas solo una pequeña moderación y otros que creen que deben ser muy disciplinados. Algunos adultos de manera más o menos consciente proyectan en sus hijos todo aquello que hubieran querido ser o tener o por el contrario evitan todo aquello que creen que sus progenitores han hecho mal con ellos. 

Es importante que los padres se pongan de acuerdo en algunos puntos para criar a los hijos, que tengan opiniones muy diferentes sobre su educación puede ser problemático. El punto de equilibrio debería ser permitir que el niño tenga y desarrolle su personalidad siempre, pero imponiendo disciplina e inculcando valores que al niño le sean difíciles de desarrollar por sí mismo.

Ser demasiado protector no suele ser bueno para los niños, es mejor enseñarles a salir airosos de las dificultades en la medida de sus posibilidades. Los padres no van a estar ahí siempre, pero aunque se pudiera, el hijo llegará a ser un adulto y debe ser capaz de solucionarse su propia vida sin recurrir a la ayuda paterna.

Ser muy duro tampoco conduce a nada bueno. Los padres no tienen que ser amigos de los hijos, pero deben comportarse de manera que produzcan la suficiente confianza como para que acudan a ellos cuando lo necesiten. Y siempre lo van a necesitar, y si el hijo siente que no es apreciado por sus padres, buscará ayuda en otro lugar, si es que lo hace.

Los hijos necesitan tiempo, amor y mucha energía, que a veces parece que no sirve para nada, pero que un día de repente da su fruto. Es importante observarlos para conocerlos, en lo que dicen y en lo que no cuentan y enseñarles a tener su propio criterio, a ser independientes y a que sepan solucionar conflictos, propios y de su entorno. 

Nuestros padres hicieron lo que pudieron o supieron con nosotros, y antes que ellos sus padres y los padres de sus padres. Y siempre hay cosas buenas y cosas que reprochar, pero cuando se trata con personas, no hay una fórmula exacta para hacer lo correcto. Criar y educar a un hijo no es una ciencia exacta, y que a pesar de los esfuerzos y el interés, el resultado puede no ser el esperado y también hay que aceptarlo.

Imagen: Jessica Rockowitz en Unsplash