7 Claves para enfocarte en tu objetivo vital
Por Pilar, el 07/11/2024

Consciente o inconscientemente todos tenemos una ilusión, algo que nos gustaría mucho que ocurriera. Para que esa ilusión pase a ser un objetivo y por último una realidad hay que proponerse conseguirlo y ponerse en marcha.
Lo primero que hay que hacer es tener una idea lo más precisa posible de lo que se presente conseguir. Puede ser un trabajo, un horario determinado, adelgazar, aprender algo nuevo. Después o ante todo, se debe tratar de metas que sean objetivamente accesibles en nuestra situación. No se puede pretender llegar a un objetivo que ya de entrada es imposible de conseguir.
Una forma de alcanzar nuestra meta es dividir en partes nuestro plan y dar pasos pequeños, pero específicos, que se puedan medir y que permitan avanzar un paso más cada vez.
Hay que programar una rutina diaria, en la que se tienen que incorporar los hábitos que poco a poco se vayan acercando al objetivo final, con constancia.
Registrar los progresos. Es una forma de animarse y también de ver cómo se hacen las cosas y lo que va saliendo bien, mal o regular para continuar por el mismo camino o cambiar lo que sea preciso.
Practicar la autodisciplina. Trabajar en la constancia y recordar por qué ese objetivo es importante es el mejor estímulo para superar la pereza o las distracciones que puedan ir surgiendo.
Rodearse de personas inspiradoras. Es mucho más importante de lo que parece. Siempre hay alguien que nos motiva que nos resulta inspirador, por su manera de proceder, o sencillamente porque compartimos con ellas valores o metas similares a las propias.
Hay que recordar el propósito que se ha hecho para conectar regularmente porqué se está haciendo ese esfuerzo para alcanzar la meta. También hay que dejar un espacio para sentirse orgullosos de los avances y permitirse errores, pequeños atrasos y recordar que somos humanos.