Completa tu proyecto

Por Justina, el 02/07/2012

Completa tu proyecto

Un proyecto que está al 90% no ofrece ningún resultado: debemos seguirlo hasta el final. Los resultados que logres en tu vida dependen enteramente de tu capacidad de continuar una idea hasta el final.

Incompletos

A veces es mejor no tener ningún proyecto que tener varios incompletos. Un proyecto incompleto puede producirnos insatisfacción, disconformidad, strees, preocupación, vergüenza y arrepentimiento. Gastar energía y tiempo en algo que no muestra resultados es un golpe frontal a nuestro autoestima. La primera regla para que nuestra lista de incompletos disminuya es simple: piensa bien antes de decidirte a comenzar un proyecto nuevo. ¿Por qué comenzamos proyectos nuevos? Porque queremos variedad (trabajar siempre en lo mismo es aburrido) o porque es divertido (ciertamente es mucho mas divertido comenzar un proyecto nuevo que terminar uno viejo). Pero ten siempre presente: mas tiempo y energía en algo nuevo significa menos tiempo y energía en lo que ya comenzaste.

Aprende la lección

Necesitamos aprender de nuestros errores para poder seguir avanzando. Tómate unos instantes y piensa: ¿estás llevando los errores del pasado como si fueran una carga? Entonces necesitas perdonarte primero y después dejar los errores del pasado atrás. Es la única manera de avanzar. Una vez que los superes, podrás tenerlos presentes para no repetirlos. A veces podemos hacer que ese sentimiento de arrepentimiento tenga una función positiva.

Abandona aquellas estrategias que siempre fallan

Si has intentado algo varias veces y no ha funcionado, ¡déja de hacerlo!. Es muy común que las personas armen un patrón de conducta, y lo repitan una y otra vez, deseando que “esta vez funcione”. Al final nunca funciona. Cuando sientas que la situación te supera, en vez de intentar motivarte y trabajar mas intensamente, concentrate en intentar simplificar las cosas. A veces para simplificar nuestra vida debemos cambiar la estrategia.

Convéncete de que sí es posible

Es verdad que no siempre finalizas lo que empiezas, pero no siempre es así. Piensa en todos esos proyectos que has finalizado a tiempo, y que han dado sus frutos. Este nuevo proyecto también puede correr la misma suerte.

Reconoce tu dualidad

La dualidad es parte de nuestra naturaleza. El yo-procrastinador da vueltas, pierde el tiempo y no completa la tarea. Luego el yo-no-procrastinador toma el control y se lamenta: ¿por qué pierdo el tiempo?¿por qué no puedo concentrarme? Esto no ayuda. Simplemente perpetúa el ciclo que nos mantiene estancados en un mismo punto. El problema es que cuando nos identificamos con el yo-procrastinador le damos un golpe bajo a nuestro autoestima: estamos pensándonos a nosotros mismos como incapaces de hacer las cosas. Evita identificarte con el yo-procrastinador. Imagina a esa parte de ti como la parte animal, la parte de instinto, tu lobo estepario. Es una parte importante de ti, que tienes que aceptar, abrazar y aprender a dominar.

Refuerza tu voluntad

Al igual que un músculo, nuestra voluntad necesita ejercitarse para no atrofiarse. Afortunadamente, no importa lo débil que seas en este aspecto: siempre podrás entrenarte y ser un poco mejor. Reforzar tu voluntad puede ser algo divertido: prueba jugando. Puedes expresar tu voluntad en voz alta, como si fuera un comando. Ordénate a ti mismo qué hacer. Cuando suene el despertador y sientas ese fuerte deseo de quedarte en la cama un rato mas, puedes decirte a ti mismo, en voz alta y con decisión: levántate y prepárate, porque un nuevo día está comenzando. De esta manera, tu parte consciente está dirigiéndose a tu parte no-consciente, a tu instinto, que busca la comodidad pero que no piensa a largo plazo.

Para reflexionar

No proyectes tu yo-superior como algo que está fuera de ti. Abraza quien eres, porque tu yo-superior es una parte de tu yo.