Juguemos con nuestros hijos... y con la música!

Por Justina, el 11/06/2012

Juguemos con nuestros hijos... y con la música!

La importancia del juego para el desarrollo de nuestros hijos

El juego en el niño es un tema muy estudiado por diversas corrientes de psicología y pedagogía. Todos concuerdan en un punto: es de vital importancia para su desarrollo y madurez. A todos los niños les encanta jugar: el juego nace de la realidad que los rodea. Toman una situación vivida, la recrean y la enriquecen. De esta forma exteriorizan sus pensamientos y sentimientos, descargan impulsos y emociones. En el juego todo está permitido: se puede ser madre, padre, doctor o astronauta. Los niños pueden colmar todas sus fantasías y hacer todo lo que en el mundo adulto no les está permitido. El juego además es el medio para que el niño domine el movimiento corporal, construya su equilibrio, defina un tacto; de ello nace más tarde la experiencia consciente de sí mismo.

Diferencia entre estimular e imponer

Existe un punto de vital importancia a la hora de jugar: la tarea debe asumirse como algo deseado, deber nacer desde los propios intereses del niño, para ser considerados un asunto personal. Cuando el juego no nace del deseo y necesidad del niño, entonces el aprendizaje no resulta significativo. Entonces, a la hora de proponer un juego, debemos procurar que tenga algún significado para el niño. Estimular al niño está bien, siempre y cuando no invadamos su espacio de juego, que es tan importante y tan personal. A veces el niño nos invita a participar brindándonos un rol: tu serás la mamá, el abuelo, el niño/a. Pero si no te invitan a participar, no te sientas mal: no es nada personal.

La música en el juego

La música, los sonidos, las palabras y ruidos estimulan al niño de muchas formas diferentes. La música genera experiencias sensoriales que permiten a los niños reconocer su cuerpo, sus posibilidades de movimiento, coordinación y equilibrio. También fortalece el desarrollo del lenguaje, a través de rimas, canciones y onomatopeyas. La música estimula la memoria, el ritmo, la atención, la orientación témporo-espacial y por sobre todas las cosas, divierte al bebé. Con la música favoreceremos la creación de juegos libres y espontáneos, que podemos compartir con nuestros hijos.

Algunas propuestas de juegos con música

  • ¡Cualquier momento es bueno para jugar! Mientras paseamos por el parque, o caminamos por la calle, podemos jugar con los sonidos de la naturaleza. Haz que el niño escuche los sonidos de la naturaleza, el canto de los pájaros, las hojas al viento o el sonido del mar; si el niño puede reproducirlos el mismo podremos ofrecerle imitarlos.
  • También existen los sonidos del medio ambiente. Juguemos a reconocer los sonidos de la casa, el timbre de la puerta, el del portero, el del teléfono, el ascensor. Podemos buscar el origen de la fuente sonora.
  • Las escondidas de sonidos. Con una cajita de música en funcionamiento, o cualquier otro artefacto que emita algún sonido, la escondemos (debajo de un cojín, manta, silla) y le preguntamos al bebé de dónde viene el sonido; podemos ayudarlo jugando juntos.
  • Cuando les contamos un cuento, hagámoslo sonoramente: al nombrar, por ejemplo, diferentes animales podemos realizar los sonidos correspondientes.
  • Los sonidos también se pueden pintar. Elegimos diferentes estilos musicales, compramos pintura para dedos, nos sentamos frente a una cartulina o un papel grande y le damos la oportunidad que se exprese libremente en función de lo que escucha.