Lo que vemos en el otro es un espejo de nosotros mismos
Por Justina, el 18/08/2012

El concepto del espejo es algo muy sencillo y sin embargo tan difícil de entender. Es por esto que intentaré ser lo mas directa, y no darle muchas vueltas al tema.
Nuestras relaciones
Nos relacionamos con el otro creyendo que es algo separado de nosotros mismos. Pensamos en sus acciones y opinamos, juzgamos sus reacciones y le echamos la culpa cuando así nos conviene. Frente a una acción o actitud del otro, podemos reaccionar de dos formas:
- podemos simplemente observar, sin que nos provoque ninguna emoción ni reacción,
- pero también podemos reaccionar, con todas las emociones involucradas.
Cuando reaccionamos frente al otro, es porque esa acción resuena en nosotros. Resuena porque es algo que nosotros mismos tenemos que resolver, porque es algo nuestro, y el otro simplemente está actuando como un espejo. Lo que vemos en el otro, es en realidad algo interno, algo que requiere de nuestra atención, algo de lo que debemos hacernos concientes para trabajar en ellos. Una vez que entendamos este concepto, lo único que sentiremos por los otros es amor y agradecimiento, por ofrecernos ese espejo en el cual nos podemos ver reflejados.
La sombra
Carl G. Jung trabajó sobre el concepto de Sombra:
“Por Sombra me refiero al aspecto “negativo” de la personalidad, la suma de todas esas cualidades “displacenteras o incómodas” que nos gusta esconder, junto con las funciones subdesarrolladas y los contenidos del inconsciente personal” Jung
Cuando decimos que lo que vemos en el otro es un espejo de nosotros mismos, nos referimos a esa sombra individual proyectando sobre el otro todo aquello que nuestra personalidad conciente se niega a aceptar como propio.
¿A qué tipo de personas atraemos?
A mucha gente le pasa que vive una relación y luego la repite con otra persona. Es bastante normal que una mujer que fue golpeada por un hombre luego vuelva a relacionarse con un golpeador, o que un hombre con una madre muy temperamental y autoritaria busque una pareja de características similares. Esto se debe a que es nuestra actitud y nuestro pensamiento el que atrae cierto tipo de personas a nuestro lado. Ningún encuentro entre dos personas es "casualidad". Siempre existe una razón por la cual deben encontrarse.
Para reflexionar
Cuando nos encontremos reaccionando frente a una actitud del otro, intentemos respirar profundo, y preguntarnos:
- ¿por qué esta actitud resuena en mi?
- ¿qué es lo que el otro me está mostrando de mi misma?
- ¿qué es lo que debo solucionar en mi interior?
Arte: Maurits Cornelis Escher