¿Utilizas tu Inteligencia Emocional?

Por Tamara GJ, el 28/09/2012

¿Utilizas tu Inteligencia Emocional?

La capacidad de reconocer y gestionar nuestras emociones y sentimientos, junto con las habilidades sociales qué utilizamos para relacionarnos con los demás, forman nuestra inteligencia emocional. ¿Eres consciente de tus sentimientos?¿y de los sentimientos de las personas que te rodean?, ¿transformas las presiones en retos? ¿sabes tolerar las frustaciones y aprovecharlas de forma positiva?

Aumenta tu inteligencia emocional

Una vez sepamos que sentimos y controlemos nuestro estado de ánimo podremos desarrollar aptitudes positivas que nos faciliten la interacción con las personas de nuestro entorno, potenciando algunas habilidades para la gestión y solución de problemas, aumento de la autoestima, mejor capacidad de comunicación,..., desarrollando nuestra inteligencia emocional. La inteligencia emocional se basa tanto en el reconocimiento y correcta gestión de nuestras emociones y sentimientos (véasen los artículos Respira tus emociones - Psico-somatización - Emoción o Razón ), como en el desarrollo y buen uso de habilidades sociales como la asertividad, empatía, escucha activa, comunicación no verbal, autocontrol, autoestima, respeto,...).

Habilidades Sociales

Son el conjunto de recursos y herramientas que utilizamos para relacionarnos con los demás: con nuestra pareja y familia, con los compañeros de trabajo y amigos, la dependienta del supermercado, el vecino de al lado, un seleccionador laboral... Veamos algunas de estas habilidades, para que te hagas una idea:

  • Asertividad: capacidad que expresarnos de forma correcta si ofender a nadie y sin dejar de tener presentes nuestros sentimientos y opiniones.  Es decir, se trata de comunicarnos cómo nos gustaría que los demás se comunicasen con nosotros, de forma amable y honesta, sin ofensas ni prejuicios, sin herir a los demás y sin dejar que nos hieran. Se trata de encontrar el punto intermedio entre la pasividad y la agresividad.
  • Empatía: capacidad de ponerse en "la piel del otro", de saber lo que siente en un derminado momento y devolverle una respuesta adecuada a su situación, por ejemplo, si vemos a un amigo llorar y al preguntarle no quiere hablar, no insistas, simplemente dale a entender que estás ahí para lo que necesite cuando lo necesite, te lo agradecerá, se sentirá mejor y debe ser el quien tome la decisión de contarte sus problemas.
  • Escucha Activa: Cuando mantenemos una conversación, además de hablar debemos saber y entender lo que el otro nos cuenta. El interés puede mostrarse recalcando la información importante o pidiéndole que repita algo que no haya quedado claro. Además también debes aportar información que pueda serle de utlidad o simplemente le anime y/o ayude a continuar.
  • Comunicación No Verbal: nuestro cuerpo está constantemente enviando mensajes al exterior. La postura, las manos y piernas, la mirada, el tono de voz, la respiración,... envian a nuestro entorno señales de nuestro estado de ánimo. Si  movemos alguna parte del cuerpo repetidamente (un dedo sobre la mesa) mostramos impaciencia.

Estas son algunas de las habilidades que puedes aprender a manejar para tener un mayor control de tus relaciones, con todas las ventajas que esto conlleva. La seguridad en ti mismo y una buena comunicación te dará el impulso que necesitas para conseguir ser más humano y equilibrado, emocional y racional en su punto justo, tanto a nivel interno como al expresarte al mundo.