Resiliencia, adaptándose para sobrevivir

Por Justina, el 14/05/2012

Resiliencia, adaptándose para sobrevivir

La resiliencia representa la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida y transformarse positivamente al superarlas.

Muchos de nosotros tuvimos que enfrentar alguna vez una situación altamente traumática, como la muerte de un ser querido, una enfermedad difícil, o situaciones que nos afectan globalmente y que escapan a nuestras decisiones, como pueden ser desastres naturales o una crisis económica donde podemos perderlo todo. En la mayoría de casos, las personas logran adaptarse a estas situaciones que cambian dramáticamente sus vidas y que aumentan notablemente su estado de tensión. Esto se debe a nuestra capacidad de resiliencia: nos adaptamos y sobrevivimos. Una persona resiliente es aquella que experimenta dificultades y angustias, las supera y logra aprender de ellas.

Origen del concepto

El concepto comenzó a utilizarse en la década de los 50. En realidad, fue tomado de la física, y representa una mezcla entre resistencia y flexibilidad, como una pelota de goma, la capacidad del ser humano de resistir grandes adversidad y con el tiempo volver al estado anterior.

Los pilares de la resiliencia

Aunque se ha demostrado que la resiliencia no es extraordinaria, esto es, la gente comunmente muestra resiliencia, también es verdad que, al igual que cualquier otra capacidad, puede ser desarrollada. La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene, casi todos contamos con alguna capacidad. La resiliencia abarca conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.

  • Autoestima consistente. Es la base de los demás pilares y es el fruto del cuidado afectivo durante la niñez y adolescencia por un adulto significativo.
  • Introspección. Es el arte de preguntarse a uno mismo y darse una respuesta honesta. Depende de la solidez de la autoestima.
  • Independencia. Se definió como el saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas; la capacidad de mantener una distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.
  • Capacidad de relacionarse. Es decir, la habilidad para establecer lazos e intimidad con otras personas, para encontrar el equilibrio entre la propia necesidad de afecto, con la actitud de brindarse a otros.
  • Iniciativa. La habilidad de demandar a uno mismo y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes.
  • Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse sentimientos negativos, aunque sea transitoriamente, y soportar situaciones adversas.
  • Creatividad. La capacidad de crear orden, belleza y un fin a partir del caos y el desorden. Fruto de la capacidad de reflexión.
  • Moralidad. Entendida ésta como la consecuencia para extender el deseo personal de bienestar a todos los semejantes y la capacidad de comprometerse con valores. Es la base del buen trato hacia los otros.

Estrategias para desarrollar resiliencia.

Enfocarte en las experiencias difíciles y en las fuentes de fortaleza personal del pasado, pueden ayudarte a identificar las estrategias que mejor funcionan para ti, para el desarrollo de la resiliencia. La American Psychological Association nos recomienda explorar las respuestas a las siguientes preguntas, sobre nosotros mismos y nuestras reacciones con los retos de la vida.

  • ¿Qué tipos de eventos te han resultado más difíciles? ¿Cómo te han afectado?
  • ¿Cuándo te encuentras estresado, te ha sido de ayuda pensar en las personas importantes en tu vida?
  • Cuando te enfrentas a una experiencia difícil, ¿a quién has acudido para que te ayude?
  • ¿Qué has aprendido sobre ti mismo y tus interacciones con los demás durante momentos difíciles?
  • ¿Has podido superar los obstáculos? Y si es así ¿cómo?
  • ¿Qué te ha ayudado a sentirte más esperanzado sobre el futuro?

Descubre tus fuentes de fortaleza, tus centros motivacionales, que te acompañarán en los momentos difíciles de tu vida. Cada situación difícil de la vida viene cargada de significados: incorpóralos, intégralos en lo que eres, intenta asimilar qué ha sucedido y lo que has logrado. A veces tiene que pasar un tiempo para que nos demos cuenta de que todo tiene una razón de ser. Una lección, un aprendizaje, del que siempre obtendrás una recompensa, si así lo quieres.

Algunas Referencias

  • ADDIMA - Entidad sin fines de lucro, ofrece artículos relacionados, además de diferentes materiales y recursos. Se dedican al estudio y divulgación de la resiliencia, en los distintos ámbitos de intervención.