¿No eres feliz con tu trabajo? Cambia

Por JoseV, el 07/09/2013

¿No eres feliz con tu trabajo? Cambia

Decir algo así en estos momentos, puede parecer casi una provocación. En alguna medida lo es, sobre todo para los que no están felices con su trabajo, para lograr al menos la reflexión. Es importante hacerlo porque la insatisfacción a causa del trabajo, es el origen de numerosas enfermedades psiquícas y físicas. Buscamos una pareja que sea capaz de ponernos el mundo patas arriba, aspiramos a la felicidad con nuestros seres queridos, desarrollar un trabajo que te apasione, que te llene, es tanto o más importante ¿No crees? Entonces si estás por el cambio, sigue leyendo.

Este artículo lo dedico a aquellos que les cuesta ver la luz al final. A los que llevan tiempo en el paro o a los que están atrapados en trabajos de los que parece imposible salir. No hay nada imposible. Te ruego que leas esto con atención y que te centres en el mensaje. El cambio no tiene porque implicar irnos y buscar otro trabajo, a veces tan solo es suficiente que hagamos lo posible por cambiar nosotros, para de esta forma influir en nuestro entorno.

No hay metas imposibles

Contaba Will Smith que su padre en una época de vacaciones del colegio, les pidió a su hermano y a él, cuando eran niños, que levantasen un muro de ladrillo. Ellos se escandalizaron y dijeron que era imposible. Pero se pusieron y ladrillo a ladrillo completaron el muro. La lección que les transmitió su padre fue: "Nunca digas que no puedes". Esa es la diferencia de los que les van mejor las cosas, nunca dicen que no a nada, y a la velocidad que sea, rápida o lenta, la que la tarea y las condiciones permitan, levantan sus obras. ¿Tienen ellos algo que tu no tengas? En absoluto. La diferencia principal es la pasión, el deseo de conseguir algo y su capacidad para enfocarse en ello. Solo tienes que desearlo realmente y ponerte manos a la obra, a tu ritmo, pero sin parar ni un solo día. Así que una vez aclarado que es posible, veamos si deberías ponerte con ello ¿Te parece?

El trabajo perfecto

Hace unos meses los blogs económicos difundieron un artículo, ya no está disponible, en el que se planteaba que, cada año, cualquier trabajador debía contestar afirmativamente a tres preguntas. Si no era así sugería un cambio de trabajo. Estas eran las preguntas:

  • ¿Aprendes en tu trabajo de forma habitual?
  • ¿Encuentras diversión en lo que haces?
  • ¿Recibes suficiente dinero?
  • Añadiría una pregunta más ¿estás deseando ir a trabajar?

Cualquiera que pueda contestar positivamente a cada una de estas preguntas, desde luego está en una situación envidiable. Disfrúta todo lo que puedas, aunque seguro que ya lo estás haciendo. Creo que estar de acuerdo con dos o tres de ellas también es un buen resultado.

Hay personas que incluso creen que contar con un trabajo e ingresos regulares, les permite conseguir todo eso por su cuenta. Puede que para algunos sea suficiente, sean capaces de convivir con ello y no suponga un conflicto que desemboque en alguna patología Para la mayoría no es una buena solución. El fin del trabajo no debería ser solo pagar tu tiempo de ocio.

El trabajo debe ser algo más que unos ingresos regulares. ¿Pasas 8 ó más horas al día en algo que te hace infeliz? Es malo para la organización que lo acepta, para los usuarios de los productos o servicios que produces, para la sociedad que fomenta ese comportamiento y, sin ningún genero de dudas, para ti, que posiblemente lo aceptas como un mal menor. De ahí a padecer el síndrome de los lunes, depresiones post-vacacionales, stress o cualquier otra de una larga lista de patologías, solo hay un paso.

Si valorásemos cada uno de estos apartados entre 0 y 100%, en mi caso no estaría siempre en el máximo. Incluso en ocasiones la aguja puede irse muy abajo, sobre todo los indicadores de diversión y dinero. Hay meses que no entrará mucho dinero en casa o proyectos que pueden suponer una carga de stress muy superior al habitual. Pero realmente me apasiona lo que hago y lo del aprendizaje en mi trabajo no es optativo, viene con el puesto. Debo aprender nuevas cosas prácticamente cada día por mi cuenta, hacer numerosos cursos cada año, es duro, exige mucho esfuerzo, pero para mi es parte del atractivo de este trabajo.

¿Debemos cambiar de trabajo?

El trabajo ocupa una gran parte de nuestra vida y parece que aquella sociedad hedonista que nos vendía la ciencia-ficción, mantenida por robots de la cuna a la tumba, queda algo más lejos que hace unos pocos años. Viviremos más años y trabajaremos más. Por lo tanto aspirar a un trabajo que nos permita crecer: aprendiendo, divirtiéndonos y ganando algo por el camino, casi debería ser un objetivo vital. ¿No crees?

Es algo que no tiene que ocurrir mañana. Pero, si no estás satisfecho con tu trabajo, por la razón que sea, ¿no sería más lógico aspirar a otro? Se que no es fácil, en España vivimos una situación complicada, y en otros países no están en mejores condiciones, pero el mundo está en permanente cambio, y no espera a los que están lamiéndose las heridas. Aunque no quisiéramos tendríamos que movernos. Así que mejor hacerlo con nuestras propias reglas y fines.

Hay dos factores que nos sitúan en el grupo de mayor riesgo: tener más de 55 años o no contar con un trabajo estable y con perspectivas de seguridad. Si estás en cualquiera de los dos grupos piensa bien tus opciones. Si formas parte de los dos, yo haría todo lo necesario para hacer algo que me llene. Porque la posibilidad de que tengas que cambiar de trabajo en los próximos 15 años es muy alta.

Encontrar el trabajo que deseamos

¿Qué hace falta para encontrar un nuevo trabajo en lo que te gusta?

  • Primero, concretar qué te gusta. Parece una obviedad, pero ¿lo es? Si te cuesta decidir lo que te apetece hacer, hay otros temas que debes resolver. Te sugiero que acudas a un especialista, alguien que te ayude a conocerte mejor y definir tus prioridades.
  • ¿Realmente te apasiona lo que haces, disfrutas con ello o simplemente te parece soportable? Si la elección actual es un paso para llegar a lo que realmente te gusta, perfecto. Si no es así ¿porqué no intentarlo? Tienes mucho que ganar y casi nada que perder. Decídete.
  • Define lo que necesitas aprender, que debes dominar, para conseguir el trabajo al que aspiras.
  • Identifica las áreas en las que tendrás que esforzarte más para adquirir los conocimientos y habilidades requeridos. Tanto más importante, es éste paso, cuanto más tengas que aprender, para conseguir tu objetivo.
  • Comienza a relacionarte con aquellos que pueden darte un empleo o encargarte trabajos, si es algo por tu cuenta.
  • Busca la forma de colaborar con algún profesional, de aprender de los que saben, incluso sin cobrar. Si tienes un trabajo dedicar un par de horas al día, 10 ó 20 horas a la semana, es perfectamente posible. Si no trabajas incluso más tiempo. Lo que te ofrece la experiencia real es algo que no conseguirás con el mejor de los masters, aunque valga una fortuna.
  • Cualquiera puede poner en práctica estos consejos, pero si puedes permitirte alguna inversión, se agresivo, échale imaginación, rompe esquemas.

Un buen master puede costar 20 ó 30.000 euros. ¿Realmente quieres aspirar a estar entre los mejores? ¿Es difícil entrar en el tipo de empresa que te gustaría? ¿Eres mayor para trabajar como becario? No seas tímido, insisto en que hay que echarle imaginación. Debes hacerlo diferente a la mayoría.

Busca como contactar con un responsable y ofrécele dinero o algo realmente valioso a cambio de aprender en su organización. Que aprecie la decisión y la pasión que te mueven. Tal vez no lo consigas, da igual, porque es un tiempo bien aprovechado. Puedes hacer un contacto muy valioso y, como mínimo, seguro que vas a captar su atención. Si eres realmente bueno y tienes ganas es posible que al final consigas un puesto.

Excusas

Si a la hora de plantearte este cambio aparecen cuestiones como disponibilidad de tiempo, dinero, edad u otras, asegúrate de que no son excusas. Si no eres capaz de sacar dos horas al día para hacer lo que te apasiona, posiblemente no te guste tanto, revisa tus opciones de nuevo. ¿Hacerte cirujano estético con 59 años? es posible, pero será laborioso y las posibilidades de llegar a ejercer son realmente bajas. Desde luego lo aprendido y el disfrute de tamaña experiencia serán valiosísimos. En resumen es posible iniciar cualquier carrera o profesión, no importa cual sea tu edad. Hay personas que hacen dos o más carreras una vez jubilados.

Si tienes menos de 55, casi cualquier cosa que el sentido común y tu estado físico te permitan, son posibles. ¿Una filosofía o una ingeniería y casi no tienes estudios? Perfectamente. Te llevará algo más de tiempo, pero solo el cambio que significará para ti merece la pena. ¿Quieres convertirte en un maestro de la pintura, intérprete de violín o piano, ser un fantástico escritor o un artesano genial? Hacen falta 10.000 horas de trabajo para convertirse en un maestro del piano. Como decía Malcon Gladwell, el talento no es algo innato, la mayor parte de las veces, es algo que se logra gracias al trabajo. Cuando un genio y alguien normal invierten esas 10.000 horas en desarrollar la misma habilidad, la genialidad no pesa tanto. De hecho la pasión, las ganas de conseguir algo, son muchísimo más importantes para lograr cualquier cosa, que tener una predisposición natural.

Por tanto es posible aspirar a otros trabajos, a metas superiores. Solo es cuestión de desearlo suficientemente y ponerle muchas ganas. Si fallan alguna de las dos cosas, revisa tus opciones, mira que puedes hacer para reforzar aquello en que no estás suficientemente fuerte. Busca ayuda profesional si es necesario. Merece la pena si no estás viviendo la vida que te gustaría vivir.

¿Has realizado un cambio notable en tu vida laboral? Por favor compártelo en Happymente, cuéntanos como lo hiciste.

 

Imagen por: Jeff McNeill