No tengas miedo al fracaso

Por Pilar, el 30/07/2015

No tengas miedo al fracaso

Si te preguntas por el significado de la palabra fracaso, seguramente dirás que es cuando no consigues el objetivo que te habías planteado, y es muy posible que en ocasiones este intento te haya dejado a tí o a tu entorno dañado o dolido. En realidad es algo que seguramente nos ha ocurrido a la mayoría de gente, ya que es absolutamente imposible que nadie consiga todo lo que se propone al primer intento, de la manera exacta que esperaba o al menos sin tener alguna pérdida importante. Es decir, que es muy fácil que hayamos sufrido algún tipo de revés más o menos importante, en nuestra vida personal, académica, profesional... 

En algunos paises, sobre todo en los anglosajones, el fracaso se entiende de una manera más constructiva. Por ejemplo, desde el punto de vista laboral, es un punto a favor de las personas que hayan fracasado alguna vez a la hora de emprender un negocio. Se toma como un ejemplo de su empuje y valentía, es más, casi está mal visto no haber tenido alguno en su trayectoria profesional.

En el mundo no anglosajón, equivocarse en cualquier tipo de empresa aún se toma como el punto y final.. y no debería ser así, en primer lugar porque el que no intenta algo, obviamente no va a fracasar, pero tampoco va a conseguir nada bueno. En segundo lugar, porque la persona que ha hecho algo mal con todas sus ganas, aunque luego le haya salido mal, tiene un bagaje impresionante de experiencia, que hará que a la próxima las cosas salgan de manera diferente, y si no a la siguiente, porque ha aprendido de sus errores y desarrollado un sentido de la paciencia y la constancia impresionantes.

Y además, ¿a quién llamamos fracasado? ¿Al que no intenta nada y se queda con las ganas, o al que lo hace y se equivoca? En otras culturas el fracaso es para quien no ha intentado con toda su alma aquello que se propone.

En el caso de lo personal, por ejemplo, un fracaso sentimental, una ruptura, no se deberían tomar como algo definitivo. Son situaciones en las que la mayoría de las veces uno vuelca todo su rencor en el hecho de que no ha terminado bien. Sería más constructivo pensar en todo lo bueno que se ha vivido mientras ha durado y no pensar el como se ha resuelto el final, que es el de la relación, no el de la vida. Cuanta gente ni se plantea reanudar su vida sentimental después de una ruptura, recreándose en el miedo a que les vuelva a pasar otra vez lo mismo, sin pensar en la alegría que puede suponer un nuevo comienzo.

Así es que si podemos decir algo del fracaso, es que significa rendirse. Tienen que cambiar mucho nuestra visión de la vida para que aceptemos que el hecho de que las cosas salgan mal de tanto en tanto forma parte de la propia existencia. Y que hay que tomarlo como algo natural y una experiencia que seguramente nos hará ser más resilientes, más fuertes para la siguiente ocasión y que no hay que estigmatizar a quienes lo padecen de manera más habitual, sino más bien sentir admiración por quienes nunca se rinden.

Así es que no tengas miedo al fracaso, porque no es el fin del mundo. Piensa que el fracaso, cuando sucede, es una oportunidad para crecer. Tal vez quitarle el matiz que de inamovible y definitivo tiene la palabra, sería un buen punto de partida para dejar que fluya nuestra personalidad en todos los ámbitos de la vida. No tengas miedo a equivocarte y que salga mal, porque también puede salir bien y si no pruebas nunca lo sabrás. La vida puede dejarte tocado, pero jamás permitas que te deje hundido

Tomasz Stasiuk