Tus amigos de Facebook no te olvidan

Por Pilar, el 04/11/2015

Tus amigos de Facebook no te olvidan

Ultimamente se oye hablar de las empresas que se encargan de gestionar, en redes sociales, las cuentas de personas que han fallecido. Así como suena, en vez de cerrarlas a la vez que se acaba la vida, algunos usuarios dejan en manos de estas empresas que sigan funcionando como si nada hubiera pasado. Como a nadie le gusta ser el primero en decir que una idea puede ser disparatada, es bastante fácil que al final esta práctica se instale con naturalidad en la sociedad.

A lo largo de nuestro recorrido en las redes compartimos muchas cosas que dan idea a los otros de nuestra trayectoria vital. Nuestro paso por Facebook se convierte en un recordatorio, en un tributo de lo que hemos sido. Lo que resulta cuanto menos extraño es que las redes sociales son para personas, para empresas, en definitiva para seres o entidades que están vivos, que son capaces de interactuar... porque sino pierde el sentido que les da origen. Muchos se plantean si es necesario estar en alguna red social estando en vida, no digamos el debate que puede surgir respecto a si es necesario después.

Puede que hacer las cosas así ayude a mitigar el dolor que supone una pérdida para los seres queridos. Que el hecho de ver actividad en sus cuentas haga pensar que de algún modo permanecen con nosotros, y que podemos mantener su recuerdo en el mundo virtual con una relativa naturalidad, al igual que haríamos fuera de él.

Y no es lo mismo. Y lo dice alguien para quien las amistades y las relaciones a través de las redes son tan reales como las del mundo de fuera. Pero la muerte es el final de la vida, y después de la vida no hay relaciones sociales que valgan. En algún momento hay que parar este interés que se tiene por mostrar públicamente lo que nos ocurre, y el dolor es un sentimiento que debe ser pudoroso si no queremos que acabe siendo teatral.

La muerte es complicada de asumir, a pesar de ser una etapa de la vida,incluso en las sociedades que lo hacen con mayor naturalidad que la nuestra. Para algunas personas el duelo es largo y doloroso, pero al final la conclusión es que hay que dejar que los muertos se vayan, han de ocupar su espacio y nosotros el nuestro. Es duro, pero de ello depende nuestra felicidad. No hablamos de olvido, pero si de dejar que las cosas sigan su curso, y de la misma manera que no es sano en la vida física anclarse a los que ya no están, en las redes pasa lo mismo. Si ya no estás no necesitas cuenta en facebook, ni en ningún sitio. Seguramente los tuyos te recordarán y tus amigos de Facebook tampoco te olvidarán.

Imagen: Charli Lopez