La homeopatía al desnudo

Por Roberto, el 29/12/2015

La homeopatía al desnudo

Aunque sea una forma poco ortodoxa de comenzar, quiero hacerlo desmintiendo una idea falsa, pero que está curiosamente muy extendida entre la gente: la homeopatía no tiene nada que ver con la llamada naturopatía, ni con la fitoterapia, ni está basada solo en sustancias "naturales". Usa tanto sustancias sintetizadas químicamente en laboratorio, como en otras ocasiones extractos de plantas. En esto no se diferencia en nada de los medicamentos.

Principios en que se basa la homeopatía

Los principios básicos de la homeopatía fueron postulados por un tal Hahnemann hacia el año 1800, sin duda un visionario, porque no fue hasta aproximadamente medio siglo después que los microscopios dejaron de ser tan rudimentarios y se empezó a poder hablar de bacterias y de virus, de moléculas y de átomos. 

Estos principios homeopáticos son dos:

1. "Lo similar, en dosis mínimas, cura". Es decir, que las sustancias que producen algún efecto en el cuerpo humano, si se usaran en dosis mínimas, curarían de la enfermedad que produce esos síntomas. Como es un poco enrevesado pondré un ejemplo: la cafeína produce insomnio, pues según la homeopatía, la cafeína extremadamente diluida curaría del insomnio y/o de las enfermedades o trastornos que produjeran insomnio como un síntoma.

2. "Cuanto más alta es la dilución más efecto tiene el preparado, sin límite". O sea, según la homeopatía, dentro de esas dosis infinitesimales, cuanta menos sustancia hay, más efecto produce. Lo cual nos llevaría a que una sola molécula tendría el efecto máximo, porque por debajo de eso solo se encuentran los átomos que la componen. Esto, que sabemos gracias a la físicoquimica moderna, marca un límite a la dilución máxima, que es el de que ya quede tan solo una molécula, porque por encima de ahí ya no se puede diluir más.

Según esto, mi consejo para quienes compráis homeopatía, es que si juzgáis que el efecto que os produce no es suficiente, pues de acuerdo al segundo principio de la homeopatía toméis menos, pudiendo llegar hasta al extremo de darle cada día un pequeño lametón al gránulo de excipiente. No sé si como dice la homeopatía eso será más eficaz, pero sí os garantizo que os ahorraréis mucho dinero.

Estos dos principios de Hahnemann son, todavía hoy, dos de los tres principios que los homeópatas actuales postulan. Al tercer principio, postulado por primera vez en 1988, me referiré posteriormente.

Qué son las diluciones homeopáticas

Para hacer los preparados homeopáticos se usan como excipiente gránulos de algún azúcar (sacarosa, lactosa, ...) a los que se les impregna con una dilución de agua destilada que dice contener una o varias sustancias en dosis infinitesimales. Las dosis siempre están indicadas en los envases y usan una terminología centesimal, C ó CH, que es equivalente a la terminología decimal, D ó X, multiplicada lógicamente por 2. Por tanto una dilución homeopática 6 CH es equivalente a 12 D. Para que lo entendamos, la dilución homeopática 6 CH quiere decir una parte de sustancia en 10 a la potencia 12 partes de agua, o sea un uno seguido de 12 ceros, o en otras palabras: una parte de la sustancia diluida en un millón de millones de partes de agua. Ejemplos ilustrativos de estas astronómicas magnitudes, como pronto veréis nunca mejor dicho lo de "astronómicas": 

  • Una dilución 4 C de arsénico o cianuro en agua, ni siquiera tiene suficiente efecto para hacer que el agua no sea potable!!!.
  • Una dilución 10 C de cualquier sustancia es el equivalente a unas gotas diluidas en el Mar Mediterráneo.
  • Una dilución 11 C traspasa ya los principios de la físicoquímica, porque según la llamada Constante de Avogadro, una dilución 100 veces mayor que la explicada anteriormente no puede contener ya ni una sola molécula de la sustancia diluida. Por tanto a partir de aquí las diluciones son tan solo matemáticamente teóricas, porque no se puede hablar de dilución real de algo que ya no existe, es un engaño.
  • Una dilución 30 C (como la del producto de venta en farmacias POLLENS) es el equivalente matemático de un mililitro de la sustancia, diluida en un cubo de agua que tuviera de lado .... rrrrrr (redoble de tambor)..... rrrrrr .... más de 100 años luz!!!! Como referencia, el Sol está a 8 minutos luz y la estrella más cercana, Alpha Centauri, a 4,3 años luz. Ya podéis intuir las probabilidades de que en los granulos de Pollens haya tan siquiera una sola molécula de lo que la caja menciona.
  • Una dilución 40 C y las hay más altas en homeopatía, equivaldría matemáticamente a una sola molécula de sustancia diluida en un cubo de agua del tamaño de todo el universo observable desde el Big Bang. Esto es porque se estima que el universo tiene un número de átomos de "tan solo" 10 a la potencia 80, o sea un uno seguido de 80 ceros.

Entenderéis, con la analogía anterior, que por encima de 40 C nadie pueda ya imaginar analogías, ni siquiera matemáticas, de lo que esa dilución significa. Pues resulta que hay preparados homeopáticos en farmacias, como el OSCILLOCOCCINUM, que dice tener una dilución de 200 C, ... universos paralelos, supongo.

Inexistencia de la sustancia que dice el envase

Por lo que acabo de explicar todos los preparados homeopáticos que indican en el envase tener algo en dilución por encima de 10 C están produciendo, cuando menos, un engaño indirecto en el consumidor y a mi juicio, quizá me equivoque en esto, están cometiendo una falta potencialmente punible por la ley.  Dije engaño "indirecto" porque estas multinacionales homeopáticas saben muy bien lo que hacen y miden sus riesgos para tratar de sortear la letra, que no el espíritu de la ley.

Si miráis con atención el envase y el prospecto, como las composiciones se dan por gramo, comprobaréis que la suma de los excipientes inertes, los azúcares de sacarosa y lactosa, dan exactamente 1 gramo. Si dan la composición en porcentajes, también veréis que suman 100%. Con la muy ingeniosa idea de usar como excipiente una mezcla de azúcares distintos, evitan tener que decir en el envase algo como: "100% sacarosa", que sonaría demasiado evidente. Por esto se entiende esa frase que quizá hayáis escuchado de que la homeopatía son tan solo caramelos, eso sí bastante caros.

Efectivamente, las Pastillas Juanola, de venta también en farmacia, podrían decir que contienen exactamente la misma cantidad de las sustancias indicadas en las cajas de, por ejemplo, POLLENS Y OSCILLOCOCCINUM y no faltarían a la verdad, porque una vez más repito, cualquier dilución más alta de 10 C tiene cero moléculas de esas sustancias, las mismas que las Juanola.
Es tan absurdo todo esto que si la Sanidad de cualquier pais le pidiera a la NASA, por mencionar un centro científico con muchos medios y que conocemos todos, que certificara que un compuesto homeopático, de los de diluciones mayores de 10 C, tiene lo que dice tener en la caja, la respuesta sería, en línea con lo que dice la ciencia, que no tiene sentido la certificación en sí, porque esa dilución equivale físicoquimicamente a nada.

¿Qué sucede en diluciones más bajas?

Por ejemplo en la dilución 6 CH, que también es usada bastante en homeopatía. El agua destilada más pura que se usa en laboratorio puede tener cualquier sustancia dentro, siempre que sea por debajo de una parte en diez mil millones, o sea 5 CH en términos homeopáticos. Asumiendo que la dilución homeopática se haga a partir de agua destilada tan pura, es seguro que el preparado homeopático resultante va a tener bastantes sustancias "no controladas" en proporciones mucho mayores que las que el envase menciona, hasta en proporciones 100 veces mayores.

Pero lo más relevante, en términos homeopáticos, es que también tendrá sustancias en proporciones mucho menores, por tanto con más potencia homeopática según la homeopatía, o sea en dilución 7 C, 8 C, 9 C o 10 C. Mayor dilución como vimos es imposible. El agua corriente que se bebe, hasta en la ciudad con mayor calidad de agua, contiene muchas sustancias químicas, incluso bacterias, metales pesados, etc., en diluciones mayores de 3 C (una parte por millón) y sucede lo mismo con el aire que respiramos hasta en la montaña. Por tanto da igual lo que tengan o no tengan los preparados homeopáticos, porque estamos ingiriendo diariamente "homeopatía" a través del agua, en todas las diluciones homeopáticas posibles.

Nuevo principio de la homeopatía: "El agua tiene memoria"

En la década de los 80, ante el boom de la homeopatía - la multinacional BOIRON se instaló en España en 1984 - la comunidad científica empezó a formular cada vez más críticas ante el hecho de que la homeopatía contradice frontalmente el conocimiento que hoy tenemos de la materia y de la interacción entre ella.

En 1988 se lanzó por primera vez, un nuevo, revolucionario y muy creativo postulado de homeopatía, que lograba sacar a la homeopatía del agujero en el que estaba al poder demostrarse, como vimos anteriormente, que en muchos preparados homeopáticos no puede físicamente haber ni una sola una molécula de lo que los envases mencionan. Este nuevo postulado, salvaba ese pequeño problemilla al afirmar que no era necesario que quedaran moléculas en los preparados porque el agua, que había estado en contacto con esas moléculas durante el proceso de dilución, debido a un agitado especial que la homeopatía llama "sucución", retenía las propiedades de esas moléculas, aunque ya no estuvieran presentes, gracias a ese mágico "efecto memoria" del agua. No explican sin embargo cómo las moléculas de agua adquieren esa memoria de las sustancias con las que entran en contacto, o dónde guardan esa información.

Tampoco explican de qué tipo de sustancias, de las innumerables como vimos anteriormente que contiene el agua en esas dosis infinitesimales, se adquieren sus propiedades y de cuáles no, o cuándo el agua "olvida". Quizá nunca y conserve las propiedades de todo lo que ha estado en contacto con ella a lo largo de los miles de millones de años desde su formación en la Tierra, ... espero que no, qué asco.

Necesitamos que la homeopatía explique

  1.  cómo controla la homeopatía que los preparados homeopáticos solo tengan el supuesto efecto de las sustancias que indican en el envase cuando, como expliqué anteriormente, se puede afirmar sin lugar a dudas que existen muchas otras sustancias, algunas en proporciones mayores y otras en proporciones menores.
  2.  por qué tomar un preparado homeopático podría tener algún efecto diferencial, no ya en el organismo del hombre sino siquiera en el de un pulgón, si como expliqué anteriormente, estamos ingiriendo constantemente "homeopatía" a través de lo que comemos, lo que bebemos y hasta lo que respiramos.

Sí que se puede entender, que en el año 1800, cuando los médicos mataban sin saberlo a la gente con sangrías, Hahnemann creyera que esas diluciones podrían provocar algún efecto, porque en esa época no se conocía que no se puede diluir nada en más de 10 C y que en las infinitesimales proporciones entre 3 C y 10 C puede haber moléculas de muchisimas sustancias en casi todas partes. Hoy en cambio sabemos, hace ya más de un siglo, que la pureza 99,999999999999999999%, o sea con 20 dígitos de precisión, equivalente a 10 C, apenas existe, salvo en los experimentos del CERN, aquí puede que exagere.

Incoherencia o vacío legal

En la Sanidad de todos los países en los que se vende homeopatía, según sus legislaciones vigentes, la homeopatía no tiene que pasar los mismos controles que pasan los medicamentos. Van por una via especial legal, más parecida a la de los suplementos alimenticios y complejos vitamínicos, por la que NO tienen que demostrar que curen nada, con demostrar que no son nocivos para la salud es suficiente.

Los medicamentos sí tienen que pasar en todos los países controles más severos, demostrando con ensayos clínicos rigurosos (test doble ciego para demostrar que superan el efecto PLACEBO, etc.) que el medicamento cura, o contribuye fehacientemente a paliar algún síntoma. Los medicamentos también deben, por la legislación que les aplica, explicar científicamente cómo los compuestos activos que contienen interactúan a nivel bioquímico y celular con el organismo humano y cómo de esa interacción se logran producir sus efectos.

La homeopatía no necesita, por la legislación distinta que le aplica, explicar nada de esto, porque de hecho ni siquiera puede por ley decir que tenga ningún efecto para la salud. Aunque en defensa de la homeopatía debo decir que esto no es tan sorprendente, ya que al fin y al cabo no son medicamentos y los complejos vitamínicos y suplementos alimenticios están por ley en una situación similar, tampoco pueden decir que curen nada, con la excepción de los problemas del organismo ocasionados precisamente por la falta de una vitamina, o cualquier otra sustancia (magnesio, calcio, potasio ...)

Leyendo detenidamente los prospectos de los preparados homeopáticos nos podemos fijar en el sutil detalle de que no dicen que produzca ningún efecto terapéutico, como sin embargo sí se dice en los prospectos de los medicamentos. Los prospectos de homeopatía se expresan tan solo en términos de "Se utiliza para". Curiosa manera de sortear la ley. Pero, pese a ello, el vacío legal viene de que la homeopatía no tiene aprobado por Sanidad ningún efecto terapéutico y pese a ello se autodenominan en los prospectos como "medicamento". Ni los complejos vitamínicos ni los suplementos alimenticios se atreven a tal cosa.

Datos financieros de una multinacional homeopática

Dado que BOIRON, una de las mayores multinacionales de homeopatía, cotiza en la bolsa de París, tiene la obligación legal de publicar sus cuentas con un nivel de detalle que marca la normativa del Euronext Paris. Gracias a eso se pueden comprobar varias cosas:

  • La inversión en I+D de Boiron es proporcionalmente mucho menor que la de las empresas farmaceúticas.
  • Buceando dentro de ese capítulo de I+D, se puede ver que la mayor parte de esa relativamente muy pequeña inversión va a cosas como formatos de envasado y cosas así, o sea que de esa ya pequeña cantidad, la mayor parte no va destinada a investigar sobre principios activos o el producto en sí.
  • La partida de Marketing es proporcionalmente mucho mayor que la de cualquier empresa farmaceútica.
  • Los índices de beneficios con respecto a activos y de beneficios con respecto a ventas son mucho mayores que los de las empresas farmaceúticas. O sea que los márgenes de beneficios en la venta de los preparados homeopáticos son mucho mayores que los de cualquier medicamento.

Para finalizar, una ventaja de la homeopatía: no tiene efectos secundarios, se le puede administrar por tanto a mujeres embarazadas y bebés. Aunque el consenso científico, no yo, dice que tampoco tiene efectos "primarios". De hecho ha habido bastantes casos en distintas ciudades de varios países llamados "suicidios homeopáticos", que son eventos protagonizados por estudiantes y profesores de facultades de medicina, farmacia, biología, bioquímica, física y química, en los que públicamente se toman un par de botes enteros de preparados homeopáticos contra la depresión, o la ansiedad, o el insomnio. Hasta ahora no se ha reportado ningún caso de malestar de ningún tipo, ni de que nadie se quedara siquiera dormido. Aunque los diabéticos podrían sufrir una hiperglucemia, si se toman un bote entero.

Mis 5 propuestas

  1. Que Sanidad considere prohibir que se pueda poner en los envases el nombre de sustancias que dicen estar en diluciones mayores de 10 C porque es un engaño, ya que no puede existir materia en tales diluciones.
  2. Que Sanidad considere prohibir que se pueda poner en los envases el nombre de sustancias que estén en diluciones entre 6 C y 10 C porque en esos productos existe, además de lo mencionado en el envase, una larga lista adicional de sustancias en esas mismas diluciones, que no están ni siquiera analizadas y por tanto se induce al engaño. Jamás un medicamento menciona contener una sustancia en diluciones siquiera 6 C, o su equivalente 12 D en decimal, o sea una parte en un billón de partes de excipiente, es decir un microgramo de sustancia por cada tonelada de excipiente.
  3. Que algún laboratorio rete a cualquier multinacional homeopática a que sea capaz de distinguir sus propios gránulos disueltos en agua, de agua a la que le incorporen solamente los excipientes.
  4. Que la homeopatía demuestre que con una dilución mayor de 8 C, del veneno que quiera, puede matar a un pulgón.
  5. Que un consorcio de empresas farmaceúticas cree una Fundación para ofrecer 100 millones de dólares a quien demuestre que cualquiera de los 3 principios de la homeopatía es cierto. O que los ofrezca a cualquier empresa homeopática que logre salir airosa de alguna de mis dos anteriores propuestas.

No puedo acabar sin recordar que hace unos pocos años, cuando las pulseras Power Balance se vendían masivamente, muchos de mis amigos me decían: "te aseguro Roberto que A MÍ ME FUNCIONA". Hasta la entonces ministra de Sanidad llevaba una. ¡¡¡ Qué poderoso es el EFECTO PLACEBO !!!, especialmente en molestias menores.

Imagen: Tim Geers