¿A dónde fuimos?
Por Marcela, el 07/01/2016

Si estás sentado en esa silla incómoda, en frente de una pantalla, en ese cubículo infernal, en ese trabajo que odias, este artículo es para ti.
Pese a que España aún está resentida por los efectos de una de sus peores crisis económicas, es uno de los 30 países con el IDH más alto del planeta y su PIB per cápita en el 2015 se ubicó entre los 40 más altos. Es un país en el que la calidad de vida es bastante buena, pero a veces implica despertarse a trabajar en ese empleo que odias.
Ocho de cada diez trabajadores españoles son felices en su trabajo, según la IV Encuesta Adecco sobre Profesiones Felices, publicada a principios de este año. Es decir que dos de cada diez personas probablemente no estén a gusto con su empleo….¿Por qué siguen ahí?
Las razones pueden ser muchas, desde conformismo hasta falta de oportunidades. Pero vamos a hablar de esas personas que no se permiten soñar despiertas porque despertar sería muy frustrante, esas que no quieren salir de su zona de confort, y que justifican de mil formas cómo quedarse en ese trabajo que quisieran tirar por la borda…¿Te vas a quedar ahí toda la vida, haciendo algo que no te gusta?
No importa cuántos peros tengas, ni qué circunstancia vivas. España es un país lleno de oportunidades y correr el riesgo vale la pena ¿Por qué no? ¿Por qué crecemos y olvidamos todas esas cosas que queríamos cuando teníamos 20? Nos convertimos en personas que minimizan toda posibilidad de fracaso, como si fuera malo, como si nos diera miedo volver a levantarnos. Creemos que nuestra mayor realización es el éxito medido en nuestra cuenta bancaria, no importa si no nos gusta lo que hacemos, lo importante es que nuestra posición económica sea muy buena……Nos llenamos de temores y los convertimos en el pilar de nuestras decisiones. Estudiamos la profesión mejor paga, no la que nos gusta. Escogemos el empleo con el mejor salario, pero el que menos disfrutamos. Empezamos a creer que si no tenemos dinero en el bolsillo, no podemos pasarla bien.
Tu tiempo y tu vida se están yendo en esas cosas que no te hacen feliz. Pero te pagan bien por eso ¿no?......Mañana, cuando hagas memoria de lo vivido, solo tendrás esa inevitable pregunta resignada y frustrante haciéndote eco en la existencia….¿Por qué no lo hice?...Abandona el barco y conviértete en el capitán del tuyo.
Recuerda que los únicos que no pueden levantarse son los muertos.