La antimemoria
Por Marcela, el 16/06/2016

Cada vez que aprendemos algo nuevo, se crean sinapsis excitatorias en nuestro cerebro, lo que incrementa la posibilidad de producir un potencial de acción. Pero aprendemos todo el tiempo, cada aprendizaje nuevo se almacena como un recuerdo, por lo que estaríamos llenos de sinapsis excitatorias al aprender y al recordar, y la excitación de esas conexiones aumentan la actividad cerebral, que de manera excesiva está relacionada con enfermedades como la esquizofrenia, el autismo o la epilepsia. Es por esto, que nuestro cerebro de algún modo debe equilibrarse para no colapsar.
Científicos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, han revelado una teoría acerca de la formación de recuerdos: se trata de conexiones inhibidoras o replicas inhibidoras de los recuerdos, que estabilizan nuestra red neuronal y que Helen Barron, líder del equipo de investigación, describió como antimemorias. Estas permiten que guardes tus recuerdos y que puedas acceder a ellos cuando son convenientes, pero también los inhibe cuando no los necesitas.
"Es un mecanismo para reforzar la estabilidad, no un mecanismo para ayudar a olvidar", aclara Barron.
La neurocientífica propone un ejemplo claro para entender, grosso modo, de qué se trata
“Imagínate ahora que por primera vez hoy aprendes que el pepino es una fruta como lo es la manzana.
Ya conocías tanto el pepino como la manzana pero ahora hay algo que los asocia.
En tu cerebro, se forman entonces unas conexiones entre ambas frutas que te permiten aprender y recordar esa asociación.
"Con la excitación de esas conexiones, hay más actividad en el cerebro".
Y si piensas que los recuerdos, básicamente, son impulsos eléctricos, "ese exceso de actividad introducido recientemente necesita ser silenciado, para evitar que la red se desestabilice".
De no ser así, cada asociación aumentaría más y más la excitación, hasta llegar a un estado muy similar a un ataque de epilepsia, en el que se observa una estimulación desbocada.”