Puedes ganarle al tiempo

Por JoseV, el 17/08/2016

Puedes ganarle al tiempo

Con 20 años pensamos que el mundo es nuestro. Estamos avanzados a nuestro tiempo, a nuestros padres, a la sociedad entera, nadie más tiene idea de lo que está pasando. Nosotros tenemos todas las soluciones, las recetas para resolver todos los problemas del universo. Somos los amos del tiempo: nadie antes que nosotros ha sabido gestionarlo.

A los 30 empezamos a darnos cuenta de que el tiempo tiene su propio ritmo. Algunas cosas empiezan a descuadrarnos, no todo encaja perfectamente. Empezamos a tener dudas y a cuestionarnos no solo lo que dicen los demás, también lo que hemos dicho y hecho nosotros mismos.

Cuando los 40 nos alcanzan, el tiempo ya es algo menos maleable, no tenemos control. Unos se dan cuenta de que no van a enseñarle nada al tiempo, mientras otros siguen anclados en los veintitantos.

Llegados los 50, para muchos las creencias son menos firmes, no podemos defender con rotundidad muchos postulados previos. El tiempo pasa a ser el gran maestro, el que tiene casi todas las respuestas.

Y pasados los 60 muchas cosas encajan: porque el tiempo eres tú. Eres parte de él, lo conformas, pero solo en cierta medida, porque no hay nada más que el tiempo. Somos completamente accesorios, irrelevantes, en la historia del tiempo. Es el momento en el que podemos liberarnos de cualquier cadena, los demás son tan importantes como queramos que sean. No quedan verdades absolutas, ningún postulado es eterno y el único sentido de la vida, es que estamos de paso y lo que consigamos, lo que podamos aportar, es tan relevante como decidamos que sea.

El tiempo es el único juez inquebrantable, al que no podemos sobornar. Cuanto antes te des cuenta de tu efímero paso, más partido podrás sacarle a tu vida.

Dicho lo cual, olvídalo, porque no tiene ni la más mínima importancia.