Hygge o el secreto de la felicidad
Por Pilar, el 08/12/2016

Esta palabra que proviene del noruego, y forma parte del vocabulario danés, se puede definir como bienestar. En origen era una política vital basada en la seguridad creada en los propios hogares, basada en la simplicidad, después de que el país quedara sumido en una depresión después de la Guerra de los Ducados. El concepto ha evolucionado, es una manera de vivir en la que cada uno se reserva unos pequeños momentos para disfrutar. Y eso pasa en el país que según los estudios, se define como el más feliz del mundo.
Si tuviéramos que explicarle a alguien qué significa esta manera de vivir, lo más parecido sería decir que es disfrutar de las cosas en apariencia insignificantes, sencillas, de pequeños lujos como son ver llover con un chocolate caliente en las manos, darse un baño mientras escuchas jazz. Pero es algo más, es disfrutar tiempo con la familia, meterse en esa película que ves con los niños, olvidándote de todo lo demás, cocinar juntos algo sabroso.
No se trata de rodearse de lujos, más bien de lo que se trata es de hacer de cada momento todo un lujo, de buscar la armonía, de estar a gusto. Y todo eso se puede conseguir con las cosas cotidianas, porque no es el objeto del que disfrutamos, somos nosotros y nuestra actitud. Se trata de ser feliz con lo que tenemos, que es mucho más de lo que imaginamos y sobre todo del tiempo que dedicamos a disfrutarlo.
Ese es uno de los secretos de la felicidad, hacer de cada instante algo especial, y eso aplicado a la vida diaria es relativamente sencillo si uno se lo propone. Además resulta una manera de vivir sosegada, tranquila en la que se disfruta todo sin esperar a grandes acontecimientos. Al final tenemos más de esos pequeños momentos, que de grandes aventuras.
Si tú también quieres disfrutar de una vida tan feliz como la que tienen los daneses, solo tienes que ponerla en práctica: párate un minuto en todos los momentos que puedas de tu día, y saborea esa tostada del desayuno, sin móvil, sin prensa, solo contigo o tu familia, pasea, disfruta de esos momentos de holgazaneo antes de levantarte de la cama, y haz que todas tus tareas dejen de ser obligaciones y se conviertan en momentos hygge.