Cómo resolver un problema

Por Pilar, el 25/11/2020

Cómo resolver un problema

Los problemas son casi siempre inevitables, de mayor o menor importancia siempre habrá alguno saliendo al paso en nuestra vida. Hay personas que los utilizan como palanca para crecer, para superarse. Otras se hunden hasta con los más insignificantes. ¿Por qué unos los resuelven y otros no?

Cómo resolver un problema

En primer lugar es importante identificar cuál es el problema, siendo muy realistas. Y ver dónde surje y porqué llega a donde llega. Eso es fundamental para poder buscar una solución de verdad a lo que ocurre. No intentes arreglar nada hasta que no lo tengas claro, que hasta puede ser peor.

Algunos problemas serán consecuencia de una mala actuación, pero otros simplemente vendrán, porque sí, sin culpable aparente. O tal vez te encuentres con la sopresa de que eres tú mismo. En cualquier caso, identificar al culpable, si lo hay, solo sirve para eso, pero no para encontrar soluciones que es lo que realmente hace falta. 

Si el problema tiene varias posibilidades de resolución, analiza cual es la que más te conviene, la menos complicada, la que más se adapta a tus posibilidades. Hazte preguntas, sé creativo, no descartes nada, no te quedes solo en ideas preconcebidas. Cuando ya te hayas decidido, solo tienes que ponerte en marcha, con la mayor de las voluntades para solucionarlo. Párate a pensar si los pasos que das son los adecuados, si están resolviendo el problema.

No hay nada como llevarse un buen susto para aprender una buena lección. Sin torturarse. Ya ha pasado, lo has arreglado o al menos intentado. Tampoco te acomodes que es muy posible que a la vuelta te espere otro problema. En tu mano está que sea una ocasión para crecer o un motivo de tristeza y ansiedad.

Lo más importante de resolver un problema, es además de hacerlo, es sacar algún tipo de provecho, y prevenir que vuelva a ocurrir en el futuro. Si ves que has seguido un patrón que te funciona en todo el proceso, no olvides aplicarlo siempre que sea posible. La experiencia ayuda a enfrentarse a los problemas de una manera más inteligente y práctica.

Y por último, ser optimista no ayuda directamente a la resolución de un problema, pero con un ánimo positivo es posible qu elo veas todo más fácil, y eso también ayuda.